Cristina Kirchner regresó al centro de la escena política este sábado con un vibrante discurso en Paso de los Libres, Corrientes, donde ratificó su apoyo a la candidatura a gobernador del intendente Martín «Tincho» Ascúa. Apenas una semana después de anunciar su propia postulación como candidata a diputada provincial por la Tercera Sección Electoral bonaerense, la expresidenta no esquivó la polémica, arremetiendo contra la Justicia, enviando mensajes a la interna del Partido Justicialista y cuestionando duramente el modelo económico actual.

Durante más de 30 minutos, la exmandataria combinó anécdotas históricas, referencias personales y definiciones políticas, en una puesta en escena que sirvió tanto como relanzamiento electoral como mensaje hacia el interior del peronismo. Frente a una militancia movilizada, Kirchner desplegó su estilo característico y dejó varias frases que resonaron con fuerza y generaron debate.

Críticas a la Justicia y la “persecución”

Uno de los ejes principales de su discurso fue la alusión a su situación judicial. «Salió el anuncio y se desataron los demonios. Comenzaron a pedir que me metan presa«, afirmó la exmandataria, vinculando su candidatura con una ofensiva judicial. Esta fue su primera mención directa al posible fallo de la Corte Suprema en la causa Vialidad, que podría inhabilitarla si se confirma la condena.

En un desafío a sus críticos, Kirchner lanzó: «Si estoy tan acabada, como dicen, ¿por qué no me dejan competir y me derrotan políticamente? A ver, dale, mirá cómo tiemblo«. La frase, celebrada por la militancia, apuntó directamente al frente judicial y mediático, sugiriendo una estrategia de proscripción. También hizo referencia a las críticas por su candidatura legislativa, citando a Juan Domingo Perón: «Para los más jóvenes, en el ‘62 Perón fue candidato a vicegobernador desde el exilio. Esto no es una obra de teatro, cada uno tiene que estar en el lugar donde más sirve».

Volviendo a referirse al intento de magnicidio de 2022, la expresidenta lo interpretó en clave política: «Me gatillaron en la cara porque me quieren presa o muerta«. Vinculó esa amenaza con lo que considera una estrategia de eliminación política a través del lawfare.

Ataque al Gobierno de Milei y la economía

Sin nombrar directamente a Javier Milei, Cristina Kirchner arremetió contra la política económica actual. «Esto es una remake bastante ineficiente de la tablita de Martínez de Hoz y de la convertibilidad de Cavallo«, sentenció, comparando el modelo actual con períodos de ajuste históricos en Argentina. Y advirtió: «Pero como el yogurt, tiene fecha de vencimiento. Aunque no se sepa, la tiene».

Rememorando sus años de gestión, la exmandataria contrastó: «Vinieron ellos que eran los honestos y desde entonces la gente vive cada vez peor».

El caso Loan y un mensaje a la interna peronista

En un tramo sensible de su discurso, Kirchner se refirió al conmocionante caso de Loan Peña, el niño desaparecido en Corrientes. «No está bueno vivir en una provincia donde se roban un pibe. Se lo llevaron, y no hay excusa que valga. La gente necesita que la cuiden, no que la maltraten«. Esta fue una de las pocas menciones directas a la situación local, pero tuvo un fuerte impacto entre los presentes.

Finalmente, la expresidenta envió un claro mensaje hacia el interior del peronismo, especialmente en el contexto de la interna bonaerense: «El peronismo no es una obra de teatro donde la estrella ocupa el primer lugar. Es una organización que tiene que devolverle al pueblo la felicidad y el bienestar«. La frase pareció dirigida a quienes resisten las negociaciones por las listas legislativas. Aunque se ha retomado el diálogo con Axel Kicillof para conformar una mesa política ampliada, persisten diferencias entre sectores del kirchnerismo y el Movimiento Derecho al Futuro en torno a las reelecciones indefinidas y la conducción partidaria.

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