El exministro de Seguridad salió al cruce de Fabián Cagliardi, quien había cuestionado la estrategia electoral de la expresidenta, tildando sus declaraciones de «petulantes» y «exageradas».
La interna peronista suma un nuevo capítulo de alta tensión. Aníbal Fernández, exministro de Seguridad y figura de peso en el peronismo bonaerense, cuestionó duramente las declaraciones del intendente de Berisso, Fabián Cagliardi, quien había sugerido que Cristina Kirchner debería haberse postulado en la Primera Sección Electoral y no en la Tercera para fortalecer al peronismo.
En diálogo con «Modo Fontevecchia», Aníbal Fernández no escatimó en calificativos al referirse a las palabras de Cagliardi. «Suena un poquito petulante, exagerado, fuera de la capacidad de análisis para esta persona, por más importante que sea», sentenció el exministro, sorprendido por la postura del jefe comunal berissense.
Fernández, con una vasta trayectoria que incluye haber sido ministro de Seguridad y Jefe de Gabinete durante el gobierno de Cristina Kirchner, y ministro del Interior con Néstor Kirchner, defendió la decisión de la expresidenta de presentarse como legisladora bonaerense en la Tercera Sección. «Quien fuera dos veces presidenta, una vez vicepresidenta, varias veces diputada y senadora nacional… el cuadro más importante que ha dado el peronismo en los últimos 100 años, ¿no va a tener capacidad para resolverlo?», reflexionó.
El exfuncionario peronista hizo hincapié en la necesidad de un análisis integral de la situación política y social que atraviesa el país, instando a dejar de lado los «pedacitos» de la realidad para no distorsionar la verdad. En ese sentido, resaltó la importancia de que el peronismo, con el liderazgo de Cristina Kirchner y la gestión del gobernador Axel Kicillof, encuentren el «formato» para presentar un proyecto que la sociedad «analice y termine aceptando».
Al ser consultado sobre la afirmación de Cagliardi de que Cristina Kirchner debería haberse presentado en distritos «más difíciles» como la Primera Sección, Fernández fue tajante: «Estamos en presencia de un adivino. Alguien que, porque resulta ser que está él cuestionando a quien fuera dos veces presidenta, una vicepresidenta, diputada nacional, senadora nacional, y diputada provincial varias veces… y él tiene más capacidad que esta persona para decidir lo que se tiene que hacer».
Aníbal Fernández, al reconocer a Cagliardi como un «amigo», insistió: «Está equivocado. Porque si él va a analizar la conducta de alguien que es el cuadro más importante que tuvo el peronismo… Yo soy tan importante como Cagliardi, y sin embargo pienso todo lo contrario de lo que piensa él». Subrayó que, en su visión, la candidatura de Cristina Kirchner en la Tercera Sección busca «colaborar, ayudar, apoyar las políticas del gobernador, que necesita legisladores que levanten la mano».
El peronismo, ¿para rato? y el riesgo electoral
Más allá de la polémica con Cagliardi, Aníbal Fernández se refirió al futuro del peronismo, descartando la posibilidad de su «fin». «No va a haber un fin para el peronismo», afirmó con convicción, argumentando que el movimiento ha sabido «generar en el pueblo un comportamiento determinado» y ha dado respuestas con una «visión muy clara» en la que los trabajadores son la «columna central».
En cuanto a la estrategia electoral y el posible desdoblamiento de las elecciones legislativas provinciales, Fernández se mostró crítico. Consideró que desdoblar los comicios es un «sobreesfuerzo» y que «no va a favorecer» el acompañamiento del electorado, especialmente en un contexto de «apatía» o «bronca». «Me parece que se pueden encontrar con una sorpresa que no es buena para la provincia de Buenos Aires», advirtió.
Finalmente, al abordar el escenario político actual y el descontento social, Aníbal Fernández no dudó en arremeter contra el gobierno de Javier Milei. «Es un espanto. Lo que están produciendo es un horror, y ese horror cada día hace más daño. Va a llegar un momento donde va a haber eclosión, y la sociedad se va a poner con los pelos de punta», sentenció, anticipando una posible reacción popular ante las políticas actuales.