De los conventillos de La Boca a conquistar la historia en Japón. De visitante, con el público en contra y ante un histórico como Kazuto Ioka (31-3-1, 16 KO), Fernando Martínez (17-0-0, 9 KO), más conocido como el Puma, hizo una pelea perfecta, mostró las garras en el inicio, se la bancó cuando tuvo que aguantar y supo dar el golpe final para conquistar el titulo unificado de la FIB y la AMB en la categoría supermosca. Si bien no lo pudo tirar, el argentino se impuso en las tarjetas en un fallo unánime (116-112, 117-111 y 120-108) y gritó campeón en el Ryogoku Kokugikan de Tokio.
«Estoy muy feliz. Es para mi viejo que me vino a visitar desde el cielo. Es para todos los Martínez, los quiero un montón. Gracias a Japón por la gente que me brindó su humildad, me trajo muchos regalos. Espero volver a venir. Aguante Boca carajo. Somos campeones, se notó el nivel de Ioka, tiré con todo mi poder, con todo lo que pude y se mantuvo parado. Dimos una batalla que era lo que quería, porque la gente quiere ver guerra», contó el Puma apenas finalizó la pelea.
El Puma pegó una piña que vaya directo a la historia. Promovido por el Chino Maidana, dejó una huella indeleble en suelo nipón. Al igual que leyendas del pugilismo nacional como Pascual Pérez, Horacio Accavallo y Nicolino Locche, se sumó a la lista de ganadores en Japón. Y lo hizo ante un rival que solo tenía dos derrotas en su carrera.
Así, Martínez quedó en los libros más sagrados del boxeo argentinos.