«Mirá, yo soy de ciento veintiocho entre quince y dieciséis. Siempre pasa lo mismo. Hace cuarenta y tres años que vivo acá y siempre pasa lo mismo. Nadie hace nada por nuestro barrio, es una vergüenza vivir como vivimos» cuenta indignada una vecina de Berisso que ya no sabe a quien recurrir para terminar con ésta pesadilla.
«Cada vez que llueve pasa exactamente lo mismo; nos inundamos. Yo soy una persona asmática. Vivo hace cuarenta y tres años acá en este barrio y siempre pasa lo mismo. Nosotros llamamos al a la delegación a la que pertenece a nuestro barrio, tardaron como cinco horas para venir. Vinieron con una máquina, se fueron al fondo y abrieron ahí porque dice que estaba cerrado. Y siempre pasa exactamente lo mismo. Estaban todas las calles inundadas y no podemos vivir así, ya estamos cansados. Yo si vienen a mi casa, se nota que entró el agua, tengo todo roto, tengo las cosas levantadas lo único que quiero es que nos ayuden a ver si se puede hacer algo. Porque nuestro barrio está abandonado» agregó desesperada la mujer.
Por su parte Rosa, otra vecina, contó; «La verdad que es impresionante, cada vez que llueve mucho nos inundados hasta las rodillas. viven prometiendo cosas y nunca cumplen. Cada vez que llueve los perjudicados somos los vecinos» sentenció.
Otro caso impactante es el de María, quien contó; «Yo vivo acá en ciento veintiocho y setenta y tres, mis padres viven al lado, los dos, tienen discapacidad y la verdad es que tuvieron que venir con una bomba para sacarle el agua de adentro del domicilio y recién hoy terminamos de sacar todo».
«Lamentablemente desde que la tosquera se instaló allá en el fondo, unieron lo que es la setenta y uno con la setenta y tres con lo cual obstruyeron lo que es el desagüe pluvial. Eso han tapado todo y calculale que están un metro arriba de lo que estamos nosotros. Por eso cuando llueve viene todo el desagüe acá. Esto lo venimos padeciendo hace años. A mis padres ya se le arruinó todo, ellos no pueden tomar frío…» Contó con dolor la mujer.
Obviamente la calma volverá cuando el agua baje y el sol seque el barro, los muebles y la ropa, pero si nadie hace nada, con la próxima lluvia volverán los padecimientos de vecinos que solo piden que se haga, lo que se debe hacer.