Los bonaerenses no nos eligieron para seguir haciendo lo mismo ni para mantener lo hecho. Nos eligieron para seguir transformando la Provincia.
Ese es el contrato electoral que vamos a honrar en los próximos 4 años», dijo Kicillof, quien reconoció que estaba «muy emocionado» tras jurar «por la Patria y el pueblo de la provincia de Buenos Aires».
Frente a la Asamblea Legislativa, en la capital bonaerense, remarcó que su compromiso «es seguir gobernando para todos, sin distinción».
«Estamos ingresando en un escenario muy particular. Es uno de los pocos episodios en la historia de nuestra democracia en que fuerzas políticas tan distintas van a gobernar la nación y la provincia de Buenos Aires. Esto no es producto del azar, ni de un experimento, es el resultado de lo más sagrado que tiene la democracia, la voluntad popular», reconoció.
Destacó que «en octubre fuimos elegidos para continuar en la gobernación con una contundente diferencia de casi 20 puntos. Los bonaerenses respaldaron así lo que se hizo, respaldaron las nuevas escuelas, respaldaron los nuevos centros de salud, respaldaron la obra pública, respaldaron la gestión de seguridad y lo realizado en cada una de las áreas de gobierno».
Kicillof precisó que «los bonaerenses dijeron que no sobran derechos, que no sobra Estado. Exactamente al revés. Hacen falta más derechos, hacen falta más y mejor Estado. Sabemos que nada de eso se consigue sin recursos».
Reclamo histórico
«La provincia de Buenos Aires es la que proporcionalmente menos recursos recibe de la coparticipación. Más allá del compromiso solidario que nuestra provincia tiene con las restantes provincias, esta situación constituye una enorme injusticia. Aportamos casi el 40% de la coparticipación. Recibimos poco más del 20%», detalló el mandatario provincial.
Aseguró que «con semejante desproporción entre lo que producimos y aportamos y lo que recibimos es imposible dar respuestas adecuadas. Hago una invitación a todos los partidos políticos representados en este ámbito legislativo, lo que nos toca como generación de dirigentes bonaerenses es recuperar los recursos que le fueron quitados a nuestra provincia».
Gobierno del 40% de los argentinos
«No soy el gobernador de una isla. Soy gobernador de casi el 40% de los argentinos cuya calidad de vida depende en mucho de lo que haga o deje de hacer el gobierno nacional. Sin embargo, la realidad es que a nivel nacional se perdió una elección y en una primera opinión sobre el resultado electoral creo que se lograron muchos avances, pero creo también que faltó más rebeldía, que faltó más justicia social, que faltó más distribución de la riqueza, que faltó más igualdad», remarcó.
«La sociedad argentina eligió un nuevo presidente cuyas ideas y propuestas no compartimos, pero en democracia el pueblo es el que manda. Por eso, corresponde en primer lugar respetar la esperanza de los millones de argentinos que lo eligieron a la espera de un tiempo mejor. Sin embargo, no les voy a mentir, en mi opinión las propuestas de la fuerza que ganó no conducen ni a una mejor sociedad ni a una mejor economía», añadió.
Convivencia con el gobierno nacional
Con todo, expresó su deseo d que «las cosas salgan bien» y sostuvo que le tocará «convivir con un gobierno nacional cuyas prioridades no compartimos, pero cuya legitimidad popular respetamos».
Kicillof sostuvo que «el mandato que tenemos es defender lo que se consiguió y seguir trabajando por lo que falta. No esperamos que el gobierno nacional comparta plenamente estas prioridades, pero sí que las respete y que las acompañe».
Gestos pacificadores
«Celebro algunos gestos pacificadores que tuvo estos últimos días el nuevo presidente, pero expreso mi enérgico repudio para cualquier discurso que estimule el odio y el rencor entre los argentinos. Los discursos del odio históricamente, siempre, conducen a la violencia y a la persecución. A 40 años de democracia, sigamos eligiendo debatir y resolver nuestros desacuerdos en paz», reclamó.
Remarcó que «la libertad solo es posible si hay igualdad. La vida no es un mercado. Y la patria no se vende».
La jura del Kicillof y su vicegobernadora Veronica Magario fue presenciada por la exvicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y las Madres de Plaza de Mayo, Herenia Sánchez de Viamonte y Taty Almeida, además de la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto.