«¿Y por qué tengo que decir lo que hago en el Municipio?», es una frase dicha por el propio Intendente de BERISSO, Fabián Cagliardi, en una entrevista periodística en vivo, que deja bien en claro el pensamiento de quién está a punto de cumplir su periodo al frente de los destinos de una ciudad que tiene más preguntas que certezas.

Lo cierto es que hace pocos días explotó un conflicto con los empleados municipales, que más allá de la consabida falta de elementos escenciales para trabajar y la seguridad de los trabajadores, tenía como centro de discusión el ingreso a planta de personas elegidas por el Intendente quienes, además de ser hijos de funcionarios, tenían prohibido afiliarse a un sindicato y mucho menos hacer paro.

Pero la pregunta que todos se hacían es ¿Cuánta gente entro a planta de la mano de Cagliardi?. Si bien la respuesta es difícil de dar puesto que «super transparencia» tiene todos los números y datos ocultos al público, en una indagatoria del año pasado, hecha al Médico del Municipio por pedido de la justicia, éste mencionó que son cerca de unos 150 ingresos por año. Es decir que ya a ésta altura, Cagliardi habría superado la cantidad «indecorosa» de ingresos que hizo el nedelismo, estableciendo una nueva marca.

¿Pero por qué ese aumento de Planta no se nota en servicios ni reducción de gastos?. Esa respuesta si es más sencilla ya que la mayoría de los ingresados, familiares, amigos y entrenados de funcionarios Cagliardistas, ingresan como administrativos o en «puestos fantasmas» que lejos están de la utilidad y generan mayor rispidez para con los empleados que hace años esperan, ascensos o pase a planta, ya que muchos son contratados o becados.

Evidentemente el Nepotismo está a flor de piel y el servirse de los fondos públicos para beneficiar a privados es un hecho que poco le molesta al Intendente y su gente. Pero ese no es el único punto de ausencia de transparencia.

Las licitaciones a «modo secreto», son otra cuestión que pone en jaque al vecino que quiere saber cómo se gastan los fondos públicos.

Si bien el Intendente habló en los últimos días de un «record de licitaciones», las mismas no están a la vista. NI LOS LLAMADOS, NI LOS RESULTADOS, son mostrados en ninguna página oficial, por lo que la Obra Pública es un Secreto bien guardado que durante estos años Cagliardi a guardado celosamente.

El Paladín de la Transparencia va por otro mandato, tan invisible su gestión como sus números, tan invisible sus acciones de gobierno como su obra pública. Eso sí siempre rodeado de los SUPERAMIGOS.

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