Mil veces lo emparcharon, mil veces los vecinos sufrieron la falta de agua, hasta que se dieron cuenta que el caño no daba para más y hoy en medio de un caos vehicular y calles cerradas, ABSA decidió poner un nuevo caño, aunque la solución duró casi nada.
La falta de revisión de obra por parte de la empresa y el desinteres del municipio por saber que hacen las empresas de servicio en la ciudad, se volvieron a juntar para perjudicar a los vecinos que después de sufrir los contratiempos de una mañana caótica, vieron asombrados cómo del caño nuevo volvía a brotar agua.