Todo comenzó cuándo agentes policiales fueron convocados a calles 11 y 152, dónde un masculino intentaba, armado con un cuchillo, intentaba meterse a una casa golpeando ferozmente ventanas y puerta.
Según el informe policial, la llegada de los agentes no contribuyó a la calma, sino por lo contrario exaltó al masculino quien emprendió un feroz ataque contra los policías, mordiendo a uno de ellos en su pierna y golpeando a los otros dos.
Finalmente y con la llegada de refuerzos, los policías lograron reducir al sujeto y detenerlo por «lesiones, atentado, resistencia a la autoridad y daños a la propiedad privada»