Ya corrían las horas de la tarde de éste día miércoles y un auto, solitario, se atravesaba frente al Municipio para cortar el paso en clara señal de protesta.
Dentro de él vehículo estaba una conocida Productora de la Ciudad, heredera de una familia histórica que toda su vida se dedicó a la elaboración de alimentos naturales, quintas y producción de envasados, Andrea Ruscitti, más conocida como «La Tana», quien estaba reclamando por una máquina que asegura, el municipio debió entregarle y nunca sucedió.
«Todo comenzó cuando desde el Gobierno Provincial me adjudican un subsidio de cuarenta mil pesos por Turismo (La familia Ruscitti es dueña de un Parador de la Isla que incluye alojamiento y paseo) y que acordamos con el Secretario de Producción, Alonso, que debido a la cantidad de papeles que había que hacer para retirarlo me lo iban a dar en una máquina que yo necesitará… Eso me pareció bien porque yo tenía que comprar una Moto cultivadora, que me sirve para hacer el trabajo de plantación de la quinta…» Contó Ruscitti.
«La máquina sale unos 60 mil, por lo cual me ofrecí a pagar la diferencia y me dijeron que no, que no había problema. Esto pasó en SEPTIEMBRE y desde allí todo fue una excusa tras otra, cada quince días una reunión para reclamar, mil mensajes al Secretario de Producción y nada. Lo que quería y quiero es que me dieran lo mío, lo que llegó a mi nombre, porque ya una vez me pasó lo mismo y no quiero que se repita.
La cuestión es que yo trabajé seis meses en los almácigos y ahora no le puedo decir a las plantas «esperen que me entreguen la máquina», esto es mi trabajo, vivimos de esto, no es cuando quieran. Por eso me cansé y quiero lo que es mío» contó la productora.
«Vinieron no sé cuántos policías, llegó el de Seguridad, Epeloa, con Federico Ruiz (seguridad vial) me amenazaron con secuestrar el auto… Les dije que yo no me movía que no puedo esperar. Me dijeron que el jueves que viene voy a tener la máquina. Les dije que si ellos vienen mañana a la quinta y hacen el trabajo conmigo y mi marido, porque somos dos personas grandes, yo esperaba, pero que estoy una semana atrasada y se me van a echar a perder los almácigos. La cuestión es que en un momento se fueron todos y me quedé sola.
Al rato llegaron mis compañeros productores y me van a prestar una máquina para mañana así que me voy a trabajar y volveré el jueves por lo mío. Porque no estoy pidiendo un regalo, estoy pidiendo lo que ya es mío y que es para trabajar» expresó Ruscitti.