Los gatos negros además de ser un hermoso animal, un maravillosos acompañante e incluso venerado por alguna culturas, también fue estigmatizado e incluso perseguido como un sirviente del mal, pero lo cierto es que no podemos mantenernos indiferentes ante su encanto.
Estos felinos no requieren de algún tipo de cuidado en específico, pero, se sabe que los gatos negros son frecuentemente cazados por quienes creen en la superstición, por lo que, si tienes uno, te recomendamos que tengas especial cuidado cuando sale de tu hogar. Procura que siempre tenga su placa que lo identifique como una mascota y no una “aparición de mala suerte”.
Según las creencias populares los gatos negros son portadores de mala suerte, el toparnos con ellos significa que algo terrible puede pasarnos. Todo empezó desde el siglo XIV cuando se les culpó de la aparición de la peste en Europa (aunque en realidad la culpa era de los roedores).
Posteriormente se les asoció con las brujas, ya que muchas mujeres solas, en especial las de edad avanzada, que fueron acusadas de brujería, acogían a los gatos callejeros como mascotas y después de algún tiempo cambió la historia y se decía que las brujas se convertían en gatos y finalmente, por el misticismo que tienen los gatos negros en contraste con los ojos amarillos (característicos en estos gatos por el exceso de pigmentación), se decía que las brujas se convertían en gatos negros y así las podían distinguir de entre los demás gatos.
Actualmente aún se les relaciona a ambas vertientes de mala suerte, muchos dicen que si te topas con un gato negro en una noche de luna llena significa que habrá una epidemia, o si una persona enferma se encuentra con uno de ellos, significa que pronto morirá.
Por otro lado, se cree que las personas que tienen como mascotas a estos animales, son adoradores del diablo o practicantes de brujería y como nadie quiere este estigma sobre los hombros y como muchos dicen “para no tentar a la suerte” los gatos negros son regularmente los últimos en ser adoptados y muchas veces terminan en la calle o son sacrificados al no poder encontrarles un hogar.
A la hora de encontrar un nuevo hogar la suerte no favorece a los gatitos con pelajes oscuros, se sabe que los índices de adopción de gatos negros son inferiores a la de otros con tonalidades más claras, quizá es un resultado de la permanencia de las supersticiones en la cultura actual.