El hecho ocurrió en la Ciudad de Ensenada, cuando una familia, angustiada por el traumático momento que suscita la pérdida de un ser querido, se dispuso a realizar el Sepelio correspondiente encontrándose con lo que fue una “pesadilla» según lo refieren los propios familiares.
Todo comenzó cuando desde el Hospital HORACIO CESTINO de Ensenada le informaron a los familiares de la Pastora Evangélica, FRANCISCA YOLANDA NIEVAS, que la misma había fallecido por una Neumonía Bilateral que la venía afectando.
En medio de la conmoción, hijos y nietos de la difunta comenzaron ese terrible derrotero que implica la organización de un Sepelio, dirigiéndose a la Casa de Sepelio Tabera, muy reconocida en la zona, donde le indicaron los protocolos existentes en medio de la Pandemia Mundial; “Mi abuela no murió de COVID 19, pero entendemos que había que hacerle un hisopado de rigor…” comenzó explicando a éste medio, la nieta de la mujer.
“Nos dijeron que el mi abuela debía estar dentro de una bolsa Blanca cerrada, dentro del propio cajón y que sólo podían acercarse al lugar, familiares, que podían entrar de uno o dos por vez, por un lapso de diez minutos, aproximadamente, cada uno y que el velatorio duraría hasta esta mañana del lunes cuando la trasladaron al Cementerio local, cuestión que entendimos perfectamente” continuó la mujer.
“Cerca de las 18 horas el cuerpo llegó a la casa de Sepelio de calle Bosinga, donde hay una sola sala velatorio y cerca de las 19 horas llegamos nosotros, cumpliendo todos los requisitos. Allí abrieron un poquito el cajón donde vimos la bolsa Blanca dentro y depositamos cartas de despedida de nuestros hijos y amigos que se despidieron de ella de esa manera porque era una mujer muy querida» relató la vecina y continuó; “En medio de todo eso escuchamos que otra mujer llegó a la casa de Sepelios por un familiar que había fallecido en su casa y solicitaba el servicio, pero nada nos llamó la atención y cerca de las 20 horas nos retiramos los que estábamos allí”
“Una hora y media después, mi hermana y otros familiares fueron a despedirse, porque somos una familia numerosa y la casa de Sepelio estaba cerrada. Luego de tocar timbre los atendió una chica y los dejó pasar y mi familia pidió que le dejaran poner las cartas de sus hijos dentro del cajón… Debo aclarar que en ese lapso mi hermana y otros familiares no habían estado en contacto con nosotros y poco sabían, más allá de lo del protocolo» aclaró la Nieta de la difunta pastora.
“cuando abren el cajón ella ve a una mujer con ropa, y si bien no alcanzaba a ver todas sus facciones, algo le pareció raro pero supuso que los días en el hospital podrían haber hecho esa transformación… lloró, oró por ella, insistió en que quitaran la cruz del cajón ya que mi abuela era cristiana y no creía en un Dios crucificado sino vivo y se retiró del lugar con el dolor que ello conlleva.
Hoy a la mañana, cuando nos reunimos para ir al cementerio mi hermana cuenta lo cambiada que había visto a mi abuela, cuestión que nos asombró, no sólo porque mi abuela no podía tener ropa ya que llegó desnuda desde el Hospital y nadie nos pidió ropa, sino también que por protocolo debía estar en una bolsa Blanca. Ahí recordamos a la mujer que solicitó el servicio para su familiar y comenzó una discusión.
Inmediatamente la gente del Sepelio admitió lo que llaman una CONFUSIÓN, mi hermana y los familiares que llegaron, le lloraron a otro difunto” contó indignada la mujer.
“Hicimos abrir los cajones… en el coche fúnebre ya estaba mi abuela con la bolsa Blanca y en la sala de Sepelios, con cartas de mi hermana estaba la otra mujer, es decir cambiaron el cajón cuando nos fuimos. Es una vergüenza, ellos cobran fortuna por un servicio y juegan con los sentimientos de quienes estamos sufriendo” finalizó contando la ensenadense.
LA EMPRESA ASEGURÓ QUE NADA DE LO QUE SE DICE ES CIERTO
Desde Sepelios Tabera queremos expresar nuestro descargo frente a la denuncia que realizó en las redes sociales una persona de Ensenada. En primer lugar, queremos manifestar que nos duele muchísimo estar atravesando esta situación. Cualquiera que conozca a nuestra familia sabe que nuestro trato es siempre ameno, cálido, respetuoso y humano. Porque somos conscientes de que quienes se acercan a Tabera están atravesando por una situación muy difícil, quizás la más difícil de sus vidas.
Respecto de la situación en particular que se denuncia, queremos expresar que nada de lo que se dice es cierto. La persona fallecida llegó del hospital con sospechas de ser positiva de Covid19 y nos manejamos con protocolos claros y estrictos. Y ante la insistencia de los familiares de comprobar que su ser querido era a quien estaban despidiendo, nos vimos en la obligación de demostrarlo, no quedando dudas al respecto. Pero poniendo en riesgo nuestra salud y la de nuestro personal.
Por último, queremos aclarar que hoy por la tarde nos llega un mensaje de whatsapp expresando textualmente que nos iba a “preguntar sólo una vez, qué es lo que tenemos para ofrecer para que esto se corte acá”, por lo que no nos quedaron dudas del motivo de la tergiversación de la información y la posterior denuncia en redes sociales.
No es nuestro estilo. No nos gusta tener que estar aclarando todo esto, pero un escrache irresponsable en redes sociales, hoy en día puede manchar la reputación de una familia y de una empresa que hace casi 50 años trabaja responsablemente en la ciudad de Ensenada, y no nos parece justo para nosotros, ni para todo el equipo humano que trabaja con nosotros todos los días.
La otra abuelita que velo la familia,era la mía. Es verdad. Se confundieron de abuela. Nosotros no pudimos despedirla y eso que no tenía coronavirus pero a la otra familia si se les hizo posible .pero al final despierto a mi abuela. Una locura total