Un Gobierno Provincial necesita realizar «ajustes» para que sus cuentas, heredadas y provocadas por su propia ineptitud, cierren de una manera en que los números que se les muestra a los bancos Internacionales cierren, sin tener en cuenta que esas medidas provoquen un caos interno con inflación y despidos masivos incluidos.

Como la Democracia es Sabia, ningún Partido tiene la totalidad absoluta de los Poderes, por lo cual necesitan hacer «arreglos» o «negociaciones» con el resto de los partidos que se suponen opositores. Estos arreglos se basan en puestos, cargos, financiaciones o en simples «coimas» que nadie vera ni denunciará, pero que terminaran en un apoyo que, en la mayoría de los casos es inexplicable, dado que para que ésto funcione el «opositor» debe negar su apoyo en un principio, para que llegue el bendito llamado de arreglo y allí se «panquequeará» dejando muchos enojados, pero con discursos de favorecer la democracia y transitar un camino de la «concordia» o en algunos casos una «ancha Avenida».

Es así que una Gobernadora o alto Ejecutivo del Gobierno Provincial, se junta con los Senadores y Diputados de la supuesta oposición y les pide que aprueben sus medidas. Luego estos Senadores y Diputados bajan la orden a los distritos, quienes también harán sus «arreglos» con los Ejecutivos locales y de allí a los referentes de cada Municipio, quienes no perderán tiempo y en caso de no haber salidos favorecidos en la elección democrática, ocuparan puestos que luego defenderán indicando; «que colaboran con un Gobierno en pos del pueblo, aunque tengan sus diferencias».

Si tanto Senadores y Diputados, en provincia, o Concejales, en los municipios, aceptan la «panquequeada» nada ocurre y todos cobran, pero si alguno osa en declararse en rebeldía, manteniendo sus principios, se activa un mecanismo de presión, interno y externo, que no tendrá fin.

La compra individual, las ofertas de puestos para ellos o su familia, la «lisonja», son los primeros pasos, luego el ataque vía redes, medios afines, difamaciones publicas, lo siguen sin perder de vista insistir con que las medidas son buenas y necesarias, si esto no funciona y el edil en cuestión no afloja, las intimidaciones particulares, familiares y hasta vía judicial con «carpetazo» o hasta declararlo «insano» seguirán. El fin es simple o aprueva o claudica, todo por el bien de la patria… ¿NO LES SUENA EL FORMATO?

 

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