Un nuevo hecho de inseguridad sacudió al barrio El Carmen luego de que un ladrón ingresara al Club Social y Deportivo El Carmen, ubicado en la calle 37 y 126, y se llevara dos parlantes y mercadería del buffet tras permanecer cerca de media hora dentro de las instalaciones. El incidente, ocurrido el pasado viernes a la madrugada, quedó registrado en las cámaras de seguridad.
El presidente del club, Leo Calvo, detalló el modus operandi del delincuente. «Esto fue el viernes pasado a la madrugada, cerca de las 4:50, según las cámaras,» relató. El ladrón logró acceder al predio saltando la medianera de un vecino y por el techo.
Una vez dentro del patio, el individuo, que ingresó con una mochila y herramientas como barretas y un destornillador, desconectó una cámara de seguridad externa, pero su accionar fue captado por otros dispositivos. Luego, rompió una ventana para ingresar al salón principal y dirigirse al buffet.
Una cámara interna alertó sobre su presencia, pero el ladrón ignoró el riesgo y permaneció en la zona del buffet y la cocina durante «veinte, veinticinco minutos». Durante ese tiempo, abrió heladeras y freezers, y «come un montón de cosas que tenía el bufetero», además de causar desorden y preparar más mercadería para llevar.
El botín final incluyó dos parlantes: «sale caminando arrastrando dos. Un parlante con un parlante amplificado con rueditas y otro parlante arriba», además de una bolsa con mercadería robada al bufetero. Según Calvo, uno de los parlantes era propiedad del bufetero y el otro de una profesora.
La huida del ladrón también quedó registrada. Las cámaras de vigilancia lo muestran saliendo del club arrastrando los parlantes (como se observa en el video) y, posteriormente, las cámaras vecinales lo captan caminando por la calle 37 en dirección a Ruta 11, y siguiendo por calle 96 hacia la 121, ya siendo cerca de las 5:20 de la mañana.
El bufetero realizó la denuncia policial, ya que los elementos sustraídos eran «materiales de él de trabajo». Personal de Rastros se presentó en el lugar para llevar a cabo su labor investigativa. «Estuvo fácil veinticinco, treinta minutos adentro,» concluyó el presidente Calvo, lamentando el tiempo que el delincuente pasó dentro de la institución a pesar de la presencia de cámaras.




