Las medidas económicas del Gobierno de Javier Milei impactaron en los bolsillos de los argentinos. Es así que los salarios formales registraron en febrero el cuarto mes consecutivo de retroceso frente a la inflación, lo que acumula una caída del 23,9% desde noviembre, y están cada vez más cerca al mínimo histórico del final de la convertibilidad.
Según los datos de la Remuneración Imponible de Trabajadores Estables (RIPTE), los salarios aumentaron un 11,5% en el segundo mes del año, frente a una inflación que alcanzó el 13,2%, tal como reflejó el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del INDEC.
De esta manera, el salario promedio en febrero fue de $619.007,05, un valor que, al igual que en enero, se ubicó por debajo de la canasta familiar de pobreza. Así quedó reflejado con el dato del INDEC, ya que un matrimonio con 2 hijos menores necesitó $690.901,57 para cubrir sus necesidades básicas, sin considerar el alquiler.
El asunto es que los salarios de los trabajadores tuvieron una caída del 26% interanual en febrero, según los cálculos del economista Salvador Vitelli, quien aportó que con el retroceso del segundo mes del año se alcanzó la peor caída cuatrimestral en la historia del índice. En este sentido superaron el derrumbe de la convertibilidad en cuanto a un periodo de cuatro meses, que fue del 20%, y se acercan al mínimo mensual.