La inteligencia artificial (IA) está influenciando casi todas las áreas de nuestra vida y lo interesante es que es un fenómeno que se está dando de manera casi imperceptible.


La IA seguramente cambiará más temprano que tarde la forma en la que las ciudades están estructuradas, mejorará el funcionamiento integral de las ciudades y, así como Uber está llevando la IA al sector transporte, la inteligencia artificial se utilizará sin duda para una mejor planificación urbana.

Las grandes compañías tecnológicas del mundo luchan por el dominio y el desarrollo de la IA y ya han comenzado a trabajar con la idea de conjugar la inteligencia artificial con las ciudades inteligentes más importantes a nivel global.

Cada vez que usamos Amazon o Netflix, o nos entretenemos al jugar tragamonedas de video online, estamos haciendo uso de la inteligencia artificial desarrollada para saber nuestras preferencias y hacer todo más realista y retador.

De igual manera, ciudades inteligentes de todo el mundo están instalando arquitecturas digitales de sensores, núcleos computacionales y telecomunicaciones en el tejido urbano, transformando los sistemas de infraestructura existentes en plataformas de información y servicios multifuncionales.

Las ciudades se crean a través de un proceso de acumulación mediante el cual los artefactos urbanos se colocan en capas y se apropian a lo largo de la historia para convertirse en la «memoria colectiva del hombre» (Rossi, 1982). Nuestros sistemas de infraestructura, desde las farolas y semáforos hasta alcantarillas y carreteras, son ejemplos emblemáticos de este proceso.

Si bien tradicionalmente pensamos en esta acumulación de forma urbana en términos de ladrillos, se ha hecho evidente que en nuestras sociedades contemporáneas el espacio informativo mediado por las tecnologías digitales ha creado una realidad paralela compuesta de bits que no son menos importantes para nuestra vida cotidiana. Mientras vivimos en espacios físicos y sociales, estamos interactuando cada vez más con ellos a través de los medios digitales.

El proceso de imaginación e innovación tecnológica en las ciudades no es nuevo. Pensadores y arquitectos influyentes, como Howard (1902), Le Corbusier (1935) y Wright (1935), lideraron este ejercicio hace aproximadamente un siglo. Vivieron en un mundo en rápido cambio, donde inventos como el automóvil, el ascensor y el teléfono exigían un cambio de forma urbana. Además, las propias sociedades estaban experimentando profundas transformaciones que emanan de la revolución industrial.

Hoy en día, nos estamos dando cuenta gradualmente de esta «ciudad digital» de computadoras ubicuas que son la regla aunque sean invisibles, y que se funden en la ciudad teniendo un profundo efecto en nuestra vida cotidiana.

No es nuestra intención señalar que sólo a través de la tecnología, la visión de la “ciudad digital” impulsada con inteligencia artificial se hará realidad. Para eso, se necesitarán cambios profundos en el desarrollo institucional, la educación, la accesibilidad junto con nuevos modelos de negocio y marcos legales. Para citar a William Mitchell «A medida que las ciudades tradicionales han evolucionado, también lo han hecho las costumbres, las normas y las leyes que rigen los derechos a la privacidad, el acceso a lugares públicos y semipúblicos y el ejercicio del control» (Mitchell, 1996, p.131).

Sin embargo, diríamos que los ejercicios de diseño y las demostraciones tecnológicas pueden ser instrumentos poderosos para desencadenar discusiones que pueden ser relevantes para la evolución de las ciudades, nuevas leyes, modelos de negocio, de sustentabilidad y normas de convivencia. Con el desarrollo de la inteligencia artificial, habrá robots conviviendo con los humanos y eso cambia drásticamente el panorama de la sociedad que está por nacer.

Gracias a la relativa facilidad con la que los gobiernos locales en las ciudades  inteligentes ahora pueden recopilar datos en tiempo real, combinados con las capacidades de Inteligencia artificial, las ciudades están descubriendo nuevas e interesantes formas de funcionar de manera más eficiente y efectiva.

NVIDIA (una empresa multinacional especializada en el desarrollo de unidades de procesamiento gráfico y tecnologías de circuitos integrados para estaciones de trabajo, ordenadores personales y dispositivos móviles) predice que para el 2020, habrá mil millones de cámaras desplegadas en propiedades gubernamentales, infraestructura y edificios comerciales.

La gran visión a largo plazo de las ciudades inteligentes es la interconectividad total: automóviles inteligentes y autónomos desarrollados con inteligencia artificial, camiones y autobuses también autónomos que hablen entre sí, así como autopistas inteligentes, semáforos y estacionamientos. Todo el sistema inteligente tecnológicamente trabajará en conjunto para mover a las personas con un increíble grado de eficiencia y seguridad.

La IA desarrollará un sistema altamente conectado que salvará vidas, ahorrará tiempo y ahorrará combustible, lo que también hace que la IA contribuya con la ecología. Las ciudades inteligentes altamente conectadas también brindan la capacidad de emitir advertencias hiperlocalizadas individuales sobre posibles desastres naturales.

Para la policía, la IA podría apoyar en la facilitación de la ubicación de autos robados y en el rastreo de delincuentes. Las ambulancias y los camiones de bomberos se beneficiarán utilizando los mismos semáforos inteligentes que normalmente se usan para mejorar el flujo de tráfico y podrán llegar a la escena de una emergencia de manera más rápida y segura.

La idea de hacer de la Inteligencia artificial una parte de nuestra vida diaria  en lo que corresponde a nuestras ciudades, puede ser una idea que nos abruma, pero la realidad es que la IA ya se está volviendo común en la mayoría de los sectores corporativos y domésticos. Ahora toma cuerpo en el desarrollo armónico de nuestras ciudades con características muy ventajosas para la evolución de la sociedad moderna en la implementación de un sistema más avanzado de relación, plan y propósito de la comunidad y sus ciudades.

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