Según los que saben, en política hay muy pocas peleas que son «para siempre», pero esos mismos son los que hace rato sostienen que en Berisso, unas de esas peleas que son «para siempre» es la que protagonizan el ex Intendente, Enrique Slezack y su ex Secretario de Gobierno, Juan Ignacio Mincarelli.
La realidad es que mientras Mincarelli culpa a Slezack por la derrota histórica del Peronismo en el año 2015, Slezack le atribuye a los Mincarelli, las pintadas en la ciudad que rezaban «Quique Chorro».
Con éste historial a cuestas y talvez por su desconocimiento político, es que el actual Alcalde de la ciudad, Fabián Cagliardi, intentó tener a los dos sectores en pugna dentro de un caótico Gabinete en dónde la culpa es siempre «del otro»; «es como llevar cartuchos de dinamita a un incendio» dice un viejo armador del peronismo local.
Lo cierto es que con una situación difícil como la que vive la ciudad, con problemas por todos lados, la vieja rivalidad parece haber tomado nuevos bríos y más de un funcionario asegura en off, que la interna Quique-Juani está peor que nunca.
En una pugna directa por el poder, ninguno de los sectores le responde directamente al Intendente. Si bien ambos dicen apoyar la gestión, el «ombliguismo» que Slezack le indilgar a la oposición, parece ser el eje central de ésta disputa, que al igual que en el 2015, pone en riesgo la continuidad del Peronismo en el sillón de la Intendencia de Berisso.
Con un Intendente preocupado por los números que no cierran en su gestión, la justicia que lo acorrala y un clima entre los trabajadores que no lo favorece, Slezack se lanzó al juego por la recuperación del protagonismo para el 2023 y fustigó contra el entorno del Intendente, asegurando que al Jefe comunal le llevan mal la información y por ello toma malas decisiones, lo que sería como una especie de «Diario de Yrigoyen» local. Es decir: «El es bueno pero su entorno no».
Esa afirmación y otra que denuncia que hay cercanos al Intendente que llevan mal la información a los jefes provinciales y nacionales, en una clara alusión al Mincarellismo, hizo detonar una bomba que hace rato estaba activada y que había tenido sus primeros capítulos en varias discusiones fuertes que tuvo, Sebastián Mincarelli, hermano de Juan Ignacio y la Edil Nadina Brizzi, una Slezackista pura, dentro del HCD.
Ya en la jornada de éste día martes y con todos estos condimentos sobre la mesa, testigos y funcionarios aseguraron a éste medio que la Pelea está a punto de estallar y que ambos sectores le han dado un ultimátum a un Cagliardi que no sabe que hacer, «Es él o Yo» se escuchó decir en el despacho del Intendente.