Cables precariamente aislados a pocos metros de los juegos y al ras del piso

Varias luminarias fueron destruidas en el lugar desde hace un tiempo. Al vandalismo se suma un peligro latente en cables eléctricos deficientemente aislados y sin la mínima señalizacion advirtiendo el peligro.

Un preocupante estado muestra el lugar de esparcimiento para los chicos en el centro de la ciudad. Desperdicios diseminados por el césped, desde envases de galletitas y hasta pañales usados, son una clara muestra del comportamiento desaprensivo de una parte de nuestros vecinos.

 

Los espacios públicos son un lugar de encuentro e integración para la comunidad, generalmente son los propios gobiernos municipales quienes se encargan del mantenimiento y puesta en valor. Nadie trabaja para generar conciencia que lo publico es de todos, que nos pertenece a cada uno, sin embargo esta  arraigado culturalmente que lo publico no es de nadie, o al menos el maltrato que se le brinda así lo hace pensar.

Especialistas en sociologia aseguran que «Los actos de vandalismo constituyen un
claro indicador de la exclusión social que tiene lugar en nuestras ciudades, por más
que se los condene y criminalice como actos brutales e ilógicos.»

 

 

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