La respuesta del gobierno al reclamo por la emergencia social que vive buena parte de la población fue la represión. Varias organizaciones que vienen solicitando, entre otras cosas, aumento de partidas para los comedores comunitarios, fueron gaseadas y golpeadas por la Policía de la Ciudad cuando se disponían a acampar frente al Ministerio de Desarrollo Social, que conduce Carolina Stanley.
La jornada de protesta había comenzado más temprano. Miles de integrantes de organizaciones sociales habían comenzado a llegar hasta el centro porteño y habían instalado ollas populares en diversas esquinas para reclamar partidas de alimentos para comedores comunitarios, un aumento del 50 por ciento en los programas sociales, y la apertura para incorporar nuevos beneficiarios. Habían llegado con la advertencia de concretar un acampe frente a Desarrollo Social, que fue la excusa que desató la represión cuando se quisieron concretarlo.
El extenso operativo policial se había instalado hasta la zona de Constitución, donde decenas de agentes cortaron carriles de la avenida 9 de Julio y calles paralelas para evitar que los manifestantes suban a la autopista, como ocurrió en protestas anteriores.
En el día de ayer, referentes de los movimientos sociales habían informado del fracaso de las negociaciones con Stanley. “La reunión con funcionarios del ministerio fracasó por completo porque el gobierno no hizo una propuesta que responda a ninguno de los tres puntos centrales que las organizaciones venimos reclamando desde hace meses”, señaló, ayer, Eduardo Belliboni, referente del Polo Obrero, y anunció que hoy los integrantes de la organización junto con otros grupos montaron un acampe por 48 horas frente a la sede ministerial.
La protesta de hoy y los incidentes se produjeron en la antesala del debate para declarar la Emergencia Alimentaria que tendrá lugar mañana en el Congreso Nacional. El proyecto fue consensuado por toda la oposición así que el quórum estaría garantizado. La sanción, al tener que ser sobre tablas, necesita de los dos tercios, así que el resultado final del es aún incierto. Lo que sin duda habrá es otra jornada de tensión en medio de la crisis disparada por las políticas económicas del macrismo.
Diputados se dispone a aprobar el proyecto de Ley de Emergencia Alimentaria
En medio de la parálisis legislativa y en lo que representa la gran medida política salida del Congreso en los últimos tiempos, la Cámara de Diputados se apresta a darle este jueves media sanción a la reclamada Ley de Emergencia Alimentaria.
La sesión, convocada para las 11.30, se realizaría sin trabas, ya que los legisladores oficialistas fueron habilitados por Mauricio Macri a bajar al recinto, dar quórum y discutir el proyecto que fue escrito de forma consensuada por casi todos los bloques de la oposición.
Se espera que la norma salga hoy mismo con destino a la Cámara de Senadores, que, según lo que trascendió entre los corrillos de oficialismo y oposición, también le daría curso y la transformaría en Ley sin la sombra del veto presidencial.
La norma contempla la declaración de la emergencia alimentaria hasta el año 2022 y fondos por entre 8.000 y 10.000 millones de pesos para distintas ayudas sociales ante la grave crisis social que vive la Argentina, donde al menos el 35% de la población vive bajo la línea de pobreza y, según datos de la UCA, el 50% de los menores de 15 años vive en esas condiciones.
La discusión parlamentaria se producirá mientras organizaciones sociales como el Polo Obrero continúan con sus acampes en el centro porteño y a 24 horas de que la Policía haya reprimido con palos y gases a los espacios más combativos que se ubicaron frente al Ministerio de Desarrollo Social.
Desde Cambiemos, en tanto, resaltaron que la emergencia alimentaria, en los papeles, fue declarada en el año 2002 y todavía no se levantó su vigencia. Sin embargo, la situación adquirió tal gravedad en este 2019 que se busca forzar medidas más profundas para atender a los sectores más castigados.
El acuerdo entre oficialismo y oposición se terminó de redondear este miércoles en una reunión entre el titular de Diputados, Emilio Monzó, el jefe de bancada de Cambiemos, Mario Negri y el presidente de la bancada del Frente para la Victoria, Agustín Rossi, quienes acordaron una sesión veloz y sin chicanas, más allá de que se espera que el tono sea de fuertes críticas al gobierno nacional.