Préstamos inclusivos al alcance de todos: en el acto y sin moverse

La economía mundial, el mercado laboral y la educación, entre otras áreas, han evolucionado en materia de inclusividad. Hasta hace solo una década, para una persona con problemas de movilidad, por ejemplo, era prácticamente imposible hacer cualquier trámite sin asistencia.

Solicitar un préstamo personal es uno de los servicios que pueden realizarse completamente de manera online. Ya no es necesario dirigirse a una oficina, reunir documentación, ir personalmente a un cajero a cobrar o autorizar a una tercera persona para nuestras gestiones.

En esta nota, repasamos cómo funciona la solicitud en línea de préstamos y cuáles son los aspectos a tener en cuenta al requerir el servicio.

¿Cómo funciona?

El avance tecnológico permite que las entidades registradas accedan a nuestra información bancaria siempre que lo permitamos y brindemos los datos necesarios. Por eso, para obtener préstamos personales en el acto las financieras no requieren que asistamos personalmente.

También, es posible, mediante algunos datos, acceder a nuestra situación crediticia, por lo que un prestamista puede saber en simples pasos si somos clientes de riesgo. Por eso, de manera automática podremos hacer una solicitud y recibir una respuesta en apenas un momento.

El funcionamiento es sencillo y rápido, lo que se traduce en la facilidad para disponer del dinero en nuestra cuenta bancaria. Atendiendo a lo dicho, un requisito esencial para disponer de este servicio es tener una cuenta CBU a nuestro nombre. 

Pasos a seguir

Como dijimos, el procedimiento es sencillo, ya que en gran parte está automatizado y diseñado de forma intuitiva para facilitarnos las gestiones. También, destaca por su agilidad, ya que al acceder rápidamente a la base de datos arroja una pronta respuesta a nuestra solicitud.

Si cumplimos con los requisitos básicos para solicitar un microcrédito, solo es cuestión de seguir algunos pasos y esperar la respuesta del sistema:

  • La primera acción es buscar una entidad financiera desde algún dispositivo conectado a internet, ya sea una computadora, tablet o teléfono celular.
  • Una vez que seleccionamos una, el sitio nos dará la opción de completar el formulario con nuestros datos personales y de la cuenta bancaria a nuestro nombre.
  • Luego, el sistema nos arrojará los montos disponibles y formas de pago, para que decidamos valores y cuotas.
  • Finalmente, debemos enviar el formulario y esperar la respuesta del sistema. Si es positiva, en un corto lapso de tiempo (desde unos minutos hasta un máximo de dos horas) tendremos el dinero en nuestra cuenta.

Medidas de seguridad

Uno de los miedos frente a los avances de la virtualidad y el acceso a nuestros datos tiene que ver con el riesgo de ser engañados. Sin embargo, esa inquietud puede disiparse si tomamos algunas medidas de prevención.

Lo más importante es corroborar que ingresamos a un sitio homologado y seguro. La forma más fácil es revisar el enlace de la página web: si comienza con «https» significa que se trata de una web registrada con datos fidedignos.

En el enlace, también podemos corroborar datos como la información de contacto y, para mayor tranquilidad, la dirección de las oficinas físicas, que podemos buscar en mapas interactivos. Otro método es buscar referencias de usuarios.

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