Pasó en la casa de la pareja, en Berisso. El ex futbolista de Gimnasia fue testigo de la agresión y se lastimó en la desesperación por frenarla. Lorena le apuntó a una compañera de trabajo, con quien tuvo un altercado.

Lorena Ramella trabaja en el hospital San Juan de Dios de La Plata y desde 2015 está en pareja con Maximiliano Kondratiuk, el ex futbolista de Gimnasia que hace siete años lucha contra la enfermedad de Wilson

El último viernes, por la noche, Lorena fue brutalmente atacada en su casa de Berisso, episodio del que responsabilizó a una compañera de trabajo, a quien denunció penalmente.

En diálogo con EL DIA, Ramella y Kondratiuk relataron lo sucedido, todavía con “miedo por lo que pueda pasar de aquí en más”, reconocieron.

“Estábamos con Maxi solos en casa. Me estaba bañando, escuché a la perra ladrar y después el timbre; entonces me puse un toallón y fui a atender, pensando que era una amiga”, relató la víctima de la agresión.

Sin embargo, cuando abrió la puerta se sorprendió al encontrar a una compañera de trabajo que, desde la vereda, comenzó a increparla.

“Nos pusimos a discutir, ella detrás de la reja y yo detrás de la puerta de entrada”, explicó Ramella. La mujer, de acuerdo al relato, la “insultó” y le dijo que se “callara la boca”, en referencia a una serie de comentarios que se habían hecho una a la otra en la red social Facebook.

Después del intercambio verbal, “cruzó el porche de entrada (la reja estaba sin llave) y se metió en mi casa”.

“Ahí me empezó a pegar, siempre en la cara. No paraba de golpearme, mientras lo único que atinaba a hacer yo era pedirle que se vaya de mi casa. Terminé desnuda en el piso, gritándole que se fuera”, manifestó la profesional de la salud.

Su desesperación, aseguró, le impidió responder de otra forma: “Era una piña tras otra, no puedo creer que una mujer le pegue a otra de esa forma. No entra en mi pensamiento que alguien se meta en una casa para trompear a otra persona”, dijo angustiada.

Al observar la escena, sin poder hacer nada para detenerla, “Maxi comenzó a moverse en la silla de ruedas, tocando la bocina para que me dejara”.

Kondratiuk estaba conectado al alimento -come por medio de una sonda gástrica- y “se puso muy nervioso, se atragantó y además se le salió la sonda”, lastimándolo en la zona del abdomen, añadió Lorena. Por esta razón, Maxi tuvo que recibir atención médica.

De acuerdo a Ramella, la atacante “le dijo algo a Maxi, pero no llegué a escuchar qué”.

Finalmente, la agresora decidió que “ya había sido suficiente” y atinó a marcharse, dejando a Ramella con el rostro “totalmente hinchado y laceraciones en gran parte del cuerpo”. Pero antes de partir, profirió algunas amenazas más hasta que abandonó la vivienda.

Entonces, tras un llamado al 911, comenzó una recorrida por “la Comisaría Primera de Berisso, donde hice la denuncia penal, y luego al hospital, para que me vieran las heridas”, aseguró.

El saldo: “Tres lesiones en la córnea, estoy con tratamiento oftalmológico, me dejó la cara toda golpeada, las piernas con moretones y lastimados los codos”, apuntó.

En tanto, para Kondratiuk la historia no terminó: “Me quedé con miedo. No sé hasta dónde puede llegar esta persona”, aseveró.

FUENTE DIARIO EL DIA

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