Con la llegada del calor, la zona de Los TALAS, se ha transformado en los últimos años y por falta de una política sería de nocturnidad de los distintos gobiernos, en un centro nocturno sin supervisión.
En éste sentido, es que distintas quintas de la zona, son utilizadas por sus dueños y alquiladas a terceros, para la realización de eventos o fiestas en las que se cobra entradas.
Pero éste no es un problema de recaudación municipal, sino de control, ya que las mismas suelen terminar de madrugada, con muchos jóvenes alcoholizados, caminando por la banquina de la ruta o por el medio de ella directamente. Con otros que regresan manejando, siendo un peligro para ellos y para terceros.
Sin micros, sin policías, sin control de alcoholemia, sin vigilancia, la zona es un peligro latente cada fin de semana y a pesar de las quejas de los vecinos, pasan los años y nadie se hace cargo.