La escuela secundaria Nº 1 de nuestra ciudad fue víctima nuevamente de otro ataque vandálico. La penosa situación no encuentra respuestas en materia de prevención por parte de las autoridades municipales.
A nueve meses de sufrir el incendio completo de su biblioteca, que aún no fue reinaugurada, la EES Nº 1 de Berisso continúa expuesta a los malvivientes. Cada fin de semana sus instalaciones quedan expuestas a la inseguridad, dado el lugar donde está enclavada y la poca gente que circula por la zona. Hace pocas semanas y por dos veces consecutivas sufrieron el robo de material deportivo y destrozos en el sector del buffet.
El ensañamiento que los agresores tienen con el establecimiento, donde han llegado a defecar en la cocina y destruido todo a su paso, no parece suficiente para que se tomen medidas preventivas.
Ante cada ataque las respuestas son las mismas por parte de la presidenta del consejo escolar Elizabeth Franchi, «estamos trabajando». La pregunta que decanta es ¿ En que están trabajando? cuando los hechos se suceden alterando el normal desarrollo en el dictado de clases. Franchi llegó a arriesgar que estos ataques tendrían una intencionalidad política, en época electoral.
En tanto los propios alumnos, quienes padecen en primera persona las consecuencias, realizaron una peña con el objetivo de reponer parte de lo sustraído últimamente. La noble iniciativa de los chicos debería ruborizar a los responsables políticos de garantizar la seguridad, sobre todo en esa escuela blanco de la delincuencia.
Sin embargo se mantienen entretenidos en una contienda electoral olvidándose que al menos hasta el 10 de diciembre son gestión de gobierno, o al menos deberían serlo.
Esta mañana en diálogo con Radio Sur, Camila, quien integra el centro de estudiantes de la escuela, mostraba su consternación, enojo por lo sucedido y temor a que todo esto se repita. Hace meses se presentó en el concejo deliberante local un proyecto de ordenanza para instalar cámaras de seguridad en el corredor educativo que incluye a la escuela industrial y al jardín de infantes emplazado en el parque cívico.
Las respuestas aún están pendientes, mientras cada fin de semana los edificios escolares se tornan vulnerables.
