El pasado 1 de agosto se reclamó uno de los premios de lotería más importantes de la historia de la lotería en Tennessee, concretamente el cuarto más grande.
Sin embargo, el sorteo se había realizado el día 13 de julio de 2019. ¿Por qué tarda el afortunado casi tres semanas en reclamar un monto de casi doscientos millones de dólares?
En esta ocasión el ganador no ha dado motivos de por qué se ha retrasado, pero lo cierto es que
es una decisión bastante común. Todos pensamos que si recibiésemos la noticia de que nos
hemos vuelto multimillonarios de un día para otro, no perderíamos el tiempo e iríamos
inmediatamente a reclamar el premio. Sin embargo no es aconsejable, y debemos prestar
atención a ciertas decisiones muy importantes que afectarán tanto en las tasas aplicables al
premio como en la manera de recibirlo: no es lo mismo cobrarlo en efectivo (que significará que el
monto total se reducirá significativamente) que elegir la opción de plazos anuales. Por ejemplo en
este caso de la Powerball ganada en Tennessee, el premio de 198 millones de dólares quedó
reducido a 128 millones al elegir el ganador del boleto el pago en efectivo.
Pero otras veces lo que sucede, sencillamente, es que el poseedor del boleto premiado no cuenta
con haber ganado y no revisa si ha ganado hasta pasados unos días (tal vez una semana, o un
mes, sencillamente en el momento en que decide ir a comprar un nuevo boleto). Y es que ¿quién
piensa realmente que va a ser tan afortunado de ganar el premio mayor? Todos lo soñamos pero
en realidad no creemos que sea del todo posible.
Es precisamente por esto que a muchos ganadores de la lotería les sucede que no saben qué pasos deben seguir para reclamar su premio. Las recomendaciones prioritarias pasan por firmar inmediatamente el boleto por el reverso, llamar a la administración de lotería antes de acudir a reclamar el premio e invertir en un asesor financiero desde antes de cobrarlo, así conocerán todas las opciones previamente y no se
tendrán que arrepentir de decisiones tomadas de manera impulsiva debido a la emoción.
Realmente, si se consulta a un asesor o se investiga un poco, es perfectamente normal tardar 18
días o incluso dos meses en organizar todo para recibir semejante cantidad de dinero. Tal vez es
recomendable cambiar de banco, o informarse de las condiciones para invertir el dinero o cancelar
préstamos y créditos, tal vez lo que busque el premiado sea un poco de intimidad (sobre todo en
casos de divorcios o problemas con la familia). Incluso cuando la idea es compartir el premio con
amigos y familiares, hay que tener en cuenta quién tendrá acceso a la gestión de este dinero, por
lo que efectivamente requerirá un tiempo para dejar todo en orden.
Por último, en función del origen de la lotería (es decir, si es de nuestro país o de otro) será
posible mantener el anonimato o no, por lo que también hay personas que se sienten incómodas
con que todo el mundo conozca su identidad y su situación socioeconómica, familiar o de
cualquier índole privada por haberse vuelto rico al instante. Puede tomar un tiempo asumir que
nos convertiremos, en parte, en un personaje público. Incluso se está extendiendo la moda de
acudir disfrazados a reclamar los premios para que, al menos físicamente, no se pueda ser
reconocido de inmediato.
Sin duda alguna, ganar la lotería no es algo que nos suceda todos los días, y, salvo muy contados
casos, solo sucede una vez en la vida, por lo que es una noticia difícil de asimilar, y es que, no en
vano, se trata de algo que podría dar un giro radical a nuestra vida tal y como se ha desarrollado
hasta ese momento concreto.