La venta de cosechadoras cayo a los niveles mas bajos de los últimos 15 años

Se acabó el crédito en pesos y los contratistas endeudados en dólares quedaron sin capacidad para renovar equipos.
Las ventas de cosechadoras se derrumbaron para caer a un mínimo histórico debido al impacto negativo de la devaluación

Las cosechadoras son los fierros más perjudicados por la pérdida del poder de compra de los contratistas y empresarios agrícolas generada por la desaparición de líneas de financiamiento en pesos a tasas accesibles.

En el tercer trimestre de 2018 –según datos relevados por el Indec– la venta de cosechadoras en el mercado argentino fue de 102 unidades, una cifra 65% inferior a la registrada en el mismo período de 2017 y la más baja de al menos los últimos quince años. Se trata además de una cifra 53% y 29% menor que la registrada en julio-septiembre de 2016 y 2015 respectivamente.

En el ranking de la malaria el segundo puesto es para los tractores con ventas internas en el tercer trimestre de este año por 1335 unidades, una cifra 54% y 36% menor que la del mismo período de 2017 y 2016, pero 5% mayor que la registrada en julio-septiembre de 2015.

La caída de ventas en el rubro de sembradoras no fue tan pronunciada: en el tercer trimestre de este año se colocaron 596 unidades versus 738 en julio-septiembre de 2017 (-19%) y 693 en el mismo lapso de 2016 (-14%). Pero se trata de un número aún superior a las 279 sembradoras vendidas en el tercer trimestre de 2015.

Las cifras acumuladas de ventas de maquinaria agrícola en lo que va del año no son peores porque, debido al atraso cambiario presente en el primer cuatrimestre, muchos empresarios tomaron la decisión –especialmente si conseguían calzar los últimos créditos en pesos disponibles a tasas accesibles– de comprar maquinaria agrícola (especialmente tractores) para aprovechar el “subsidio cambiario”.

Vale recordar que el tipo de cambio promedio mensual de referencia BCRA en enero, febrero, marzo y abril de este año fue de 19.0, 19.8, 20.2 y 20.2 $/u$s respectivamente, mientras que en mayo ajustó a 23.6 $/u$s para luego seguir subiendo a 27.5 $/u$s en junio, 30,1 $/u$s en agosto y 38,5 $/u$s en septiembre.

En los primeros nueve meses de este año se comercializaron 633 cosechadoras versus 1053 en el mismo período de 2017 (-40%), mientras que las colocaciones de tractores fueron de 4778 contra 7034 en enero-septiembre de 2017 (-32%). En cuanto a las sembradoras se vendieron 1269 versus 1573 (-19%).

A partir de la desestabilización macroeconómica registrada en mayo pasado –que promovió una suba violenta del tipo de cambio– la disponibilidad de créditos en pesos a tasas accesibles en bancos públicos se restringió.

Por otra parte, los contratistas que habían tomado deuda dolarizada para adquirir equipos –préstamos que hasta comienzos de este año tenían tasas de interés reducidas– comenzaron a experimentar problemas financieros importantes luego de la devaluación del peso (y quedaron por lo tanto sin posibilidad alguna de renovar equipos).

En lo que respecta al mercado externo, los ingresos de sembradoras importadas se redujeron de manera significativa en lo que va del año debido a la devaluación. Pero, a pesar de la ventaja competitiva generada por la depreciación del peso argentino, las exportaciones también descendieron.

En los primeros nueve meses de 2018 la importación argentina de sembradoras sumó 3,91 millones de dólares versus 16,3 M/u$s en el mismo período de 2017, según datos oficiales del Sistema de Consulta de Comercio Exterior de Bienes del Indec. Las ventas externas de equipos argentinos –colocados fundamentalmente en naciones limítrofes y Rusia– sumaron 3,62 M/u$s contra 5,54 M/u$s en enero-septiembre de 2017.

Fuente Valorsoja.com

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