Se trata ni más ni menos que del aserradero ubicado en calles 34 y 165 del Barrio Obrero, en donde los vecinos sufren la negligencia de sus dueños que tiran los desperdicios de su actividad, sin cuidados a un predio rodeado de casas, provocando el malestar de todos.
Si bien desde la Empresa y un sector de la oposición intentar echar culpas al Municipio, lo cierto es que la NEGLIGENCIA de los propietarios es el serio problema que hay y es de vieja data.
Mientras una de las propietarias se defendió de los vecinos diciendo en un medio que “varias veces fue al municipio y la delegación» y que “le prenden fuego”, lo cierto es que el Aserradero fue varias veces intimado y desde la delegación se le han ofrecido camiones para retirar la basura, aunque uno de los dueños habría asegurado que ponía la “mugre ahí para que no tomen el terreno”.
Tras un nuevo incidente y ante la peligrosidad del caso, la clausura de la empresa hasta regularizar la situación se hace inminente, no solo por la contaminación, sino también por la peligrosidad de un incendio que se propague a las casas vecinas.