El legendario entrenador de Ferro, Gimnasia y Rosario Central, entre otros clubes, a su lucha con la enfermedad de Alzheimer, se le sumó la afección pulmonar agravada por el coronavirus.
Hace pocas semanas, después de que trascendiera la falsa noticia acerca de su muerte, el plantel de Gimnasia le había hecho un homenaje al llegar al estadio UNO para jugar el clásico ante Estudiantes con gorras con la inscripción “Fuerza Timo”.
Griguol nació en la localidad cordobesa de Las Palmas el 4 de septiembre de 1934 y condujo a Ferro en los únicos dos títulos que esa entidad obtuvo en el profesionalismo: Nacional 1982 y Nacional 84, con grandes figuras como Héctor Cúper, Oscar Garré, Adolfino Cañete y Alberto Márcico en el equipo. El Viejo, como lo recuerdan sus seguidores, también se destacó en Rosario Central (Campeón Nacional 1973) y Gimnasia (subcampeón en los torneo Clausura 1995 y 1996, además de Apertura 1998).
Sus otros pasos fueron Kimberley de Mar del Plata en 1979, River (1987/88 – Campeón de la Copa Interamericana 1987), Unión (2002); mientras que en el exterior dirigió a Tecos de Guadalajara en México (1975/76) y a Real Betis en España (1999-2000).
Griguol dejó su marca por donde pasó y pisó. Un sabio que daba enseñanzas de todo tipo a sus dirigidos y que impulsó a una generación para la dirección técnica como hicieron César Luis Menotti, Carlos Bilardo o Marcelo Bielsa.
Su figura quedó eternizada en la estatua que se erige en los jardines de la sede social de Ferro en Caballito, el barrio al que Timoteo siempre volvió.