Llega tarde a la mesa, el GPS lo marea en el camino, ¿será que Berisso desaparece aveces del mapa y se vuelve aquel pueblo invisible de Trabajadores?.
Pide disculpas y se sienta como uno más. Pero todos sabemos que no es uno más. Luis Arias es un apuntado por el «Poder Político», un super héroe en tiempos en que escasean los paladines de la Justicia y al ancestro Paturuzú lo corre gendarmería para sacarlo de sus tierras. Él lo sabe, el pueblo y la casta que impera en el País también y allí anda, sonriendo en tiempos «pesados» cargando con la «Cruz de muchos», apoyado en el bastón de los sufridos.
Hijo de Don Oscar Arias, un salteño que a fuerza de estudio, trabajo y tesón «conoció la dignidad», un «Pata Pila», según lo describe su hijo Luis, heredero de una casta de esfuerzo y lucha que lo trae hasta un presente, en donde, desde otra posición, continúa la lucha de «Los Arias» por la desigualdad.
Compara la situación de la Justicia con «La Maldición de la Malinche», tal vez por su herencia india, tal vez porque todos hemos dejado entrar al enemigo y lo hemos guiado por nuestras tierras, para descubrir después que se quieren quedar con todos.
Popularizado en los medios por el «Jury» que el Gobierno encabeza, Luis Arias, aclara; «La única acusación que tengo en el Jury es del Procurador, Julio Conte Grand (vaya apellido elegante para ir contra Arias), ya que no hay denuncia de abogados, ni de personas físicas que hablen mal de mi desempeño…». La persecución política es la maniobra de castigo, eso se desliza en la mesa de café mientras los pocillos van quedando vacíos.
No le tiembla nunca la voz al hablar, su tono es suave pero a la vez impone respeto; «Hay una corrupción en el Poder Judicial. Todos tenemos ideologías, el problema es si al momento de emitir un fallo, esa ideología o simpatía política tiene peso…» dice y ejemplifica cuan maestro ante una clase; «Yo suspendí el tema de las tarifas durante el actual Gobierno de Vidal, pero también lo hice cuando el Gobernador era Scioli y la suba desmedida era en la Empresa ABSA, siempre me manejé igual, con todos los temas, mis decisiones nunca cambiaron por cuestiones políticas…»
Presionado también durante el anterior Gobierno, Arias, señala la diferencia; «Los otros tenían mecanismos «bestiales», estos son lacerantes e intentan que sean permanentes».
El mozo se acerca, hace falta mucha azúcar ante una charla tan amarga y cruda; «Por la causa de las Inundaciones en La Plata no se investigó ni un delito de los cometidos por el Estado, ni por la Policía…» cuenta a la vez que explica las diferencias notorias con la «Tragedia de Once».
Sabedor que un fallo que afecte intereses políticos o económicos puede causar persecución señala; «Yo lo que pienso, digo, escribo o fallo va en una misma dirección, nunca van a encontrar un quiebre en mi y conozco el riesgo, sabiendo ademas que toda profesión tiene un riesgo. Aunque en la Justicia, el que no jode a nadie, la pasa bárbaro.»
Inamovible ante la presión que ejerce el Poder y los «medios», Arias, dice sentirse acompañado; «obvio que es una situación fea, pero me siento orgulloso del trabajo que he hecho… Yo entré a la Justicia para evitar atropellos contra los más desprotegidos y lo hice… Hoy me fortalece mucho el apoyo de la gente ante ésta situación y para mi es un espaldarazo muy grande.»
Cuan didacta ante un grupo de inexperto, el Juez Arias se esfuerza en la mesa de CAFÉ SUR, por poner ejemplos claros, concretos y comprensibles que lo pintan de cuerpo completo; «En Derecho no hay una sola solución jurídica, porque «La Justicia» son textos que siempre hay que interpretar y porque siempre hay una colisión de derechos en una causa… Por Ejemplo; Si hay un corte de ruta, hay uno que demanda y dice que se le está privando de su Derecho a circular libremente, mientras que el otro esgrime que tiene derecho a la protesta, por lo cual «jurídicamente» ambos tienen razón y un fallo a favor de uno u otro es «jurídicamente» correcto y válido. Pero yo creo que ante una colisión de Derechos, se debe favorecer siempre a la parte más vulnerable y desprotegida y esa es una posición no política, sino ideológica.»
Auto proclamado «Crítico» del Gobierno, se desprende del mote de Opositor; «Yo no estoy participando políticamente, no soy opositor» aclara, a la vez que determina; «Éste Gobierno se parece mucho a un Gobierno de Ocupación, no militar, pero si económico» y agrega; «EL Gobierno necesita una desocupación de dos cifras para que funcione su plan. En el medio usan eufemismos para decir que hay que bajar el costo del trabajo y eso se hace con mayor cantidad de demanda laboral o sea MÁS DESOCUPADOS y a eso lo llaman CLIMA DE NEGOCIOS»
Sin perder de vista el Clima Social y su estructura, Arias, pone énfasis en el Arte y el Deporte; «Es imprescindible para los jóvenes y para el pueblo en general».
Cantor y Guitarrista de folclore aficionado, de quien dan buen crédito sus cercanos diciendo; «Ojo que Luis canta muy bien», Luis, reconoce que en tercer año del secundario decidió ser abogado, aunque lamenta estar tarde para dedicarse a cantar.
Con los ojos vidriosos habla de su papá y muestra su lado más sensible, «Va a hacer un año que ya no está, me quedaron cosas sin hablar, sobre todo de su vida apasionante… Su vida entre los indios, su época dura en tiempos de Dictadura, sus amigos muertos. Muchas veces me siento conectado a él. Hoy me tomaría un café con el».
El Bar está por cerrar, es imposible que los asistentes a la mesa de CAFÉ SUR se muevan, la vida, las pasiones, los sueños, la justicia, la política, todo sigue girando. Arias se retira prometiendo volver. Nosotros, fanáticos de las causas nobles, prometemos nuestro apoyo. En el fondo todos sabemos, que Don Oscar, en el cielo estará sentado junto a los suyos sonriendo, contando en una mesa de café celestial, que su hijo es un buen tipo que defiende a los pobres; «Vio Doña Evita, ese es mi pibe agradeciéndole a Ud con sus decisiones, la mano que me dio cuando era solo un «Pata Pila» en mi Salta querida…»
Arias
Gracias que buena nota y lección para quienes entendemos que las profesiones no son liberales sino garantizar acceso a derechos económicos,sociales,.culturales y políticos