Los trabajadores de los Hospitales Larraín, de Berisso y Cestino de Ensenada, han sido y son, los mayores protagonistas de los años 2020 y también de este 2021, luchando incansablemente contra la pandemia del Covid que afecta a todo el mundo.
Doctores y Doctoras, que sin importar la especialidad se la “jugaron» para atender cada caso, enfermeros y enfermeras que trabajaron sin descanso y sin franco, camilleros que se multiplicaban para ayudar, administrativos que se pusieron al hombro los nosocomios, personal de seguridad multiusos, personal de limpieza que eran psicólogos de un paciente aislado, personal de cocina que no apagaban las hornallas porque siempre había alguien a quien prepararle un Té o cocinarle, ambulancieros que hicieron kilómetros y kilómetros, desde el SAME, hasta el Hospital y muchos más…Todo eso con un virus que “mata» dando vuelta por cada sala, por cada rincón del edificio, por cada traje, por cada guante, por cada barbijo.
Su esfuerzo fue más del que se vio o se mostró, fue y es merecedor de algo más que un aplauso o un mural, mucho más que de un bono o una recompensa. Su esfuerzo es merecedor de un reconocimiento que tal vez jamás podamos lograr, un reconocimiento que signifique “sacarse el sombrero” y decir Gracias infinitas.
Hoy que las “aguas” están un poco más calmas, ya nadie parece querer aplaudir. Como muchas cosas, se nos quedan olvidados, se nos representan como simples trabajadores, pero fueron y son mucho más que eso. Son los que pusieron la cara cuando otros solo alentaban el contagio, son los que lloraban, sufrían, morían, cuando desde el Facebook de un troll se hablaba de la “infectadura», cuando algún “gil» vendía entradas a fiestas clandestinas, cuando algún político “carancheaba» votos con la muerte.
Esos son los héroes reales, los del “traje espacial», los del doble barbijo, los que dormían sentados en una guardia, los que lloraban a pacientes y colegas por igual, los del grito ahogado y el “La pu.. que lo parió» cuando se daban partes con miles de contagiados.
Quizá alguien hoy los quiera olvidar o tapar, pero los héroes son héroes y sabemos que seguirán estando cuando las “papas» quemen, por ello decimos GRACIAS.