El poder adquisitivo, afectado por las políticas de ajuste, provocó que el gasto promedio real de las familias cayera un 16,7% en comparación con 2024.

La celebración del Día de la Madre se vio empañada este año por una fuerte retracción en el consumo. Según un informe de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), las ventas minoristas pymes cayeron un 3,5% en términos interanuales, un descenso que refleja el profundo impacto de la pérdida de poder adquisitivo en los hogares argentinos.

El informe de CAME señala directamente a «las políticas de ajuste del Gobierno de Javier Milei» como la causa principal detrás de esta merma. El dato más preocupante reside en el gasto real: si bien el ticket promedio de regalo alcanzó los $37.124, al medirlo en términos reales, se evidencia que las familias destinaron un 16,7% menos de dinero a los obsequios respecto al año pasado.

Ante el difícil escenario económico, los comerciantes minoristas redoblaron sus esfuerzos con estrategias agresivas: el 83,5% de los comercios aplicó descuentos, promociones y cuotas sin interés. Sin embargo, este «aluvión» de ofertas y facilidades no fue suficiente para estimular el consumo.

CAME indicó que «la amplia adopción de estrategias comerciales (…) permitió sostener el movimiento en algunos rubros, pero sin traducirse en un aumento del consumo efectivo,» subrayando la desconexión entre la disponibilidad de promociones y la capacidad de compra de los consumidores.

La retracción en las ventas fue casi total. De los seis rubros monitoreados por CAME, cinco registraron caídas interanuales:

  • Librería fue el sector más golpeado, con una retracción del 6,3%.
  • Le siguieron Cosméticos y perfumería (-5,6%).
  • Indumentaria (-3,3%).
  • Equipos periféricos, accesorios y celulares (-3,2%).
  • Calzado y marroquinería (-1,9%).

La única excepción fue el rubro Electrodomésticos, artefactos del hogar y equipos de audio y video, que logró una leve suba del 0,6% interanual real. Este pequeño crecimiento se atribuye, probablemente, a la necesidad de renovar bienes durables y a la posibilidad de financiarlos mediante las cuotas ofrecidas, en un intento por ganarle a la inflación.

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