Las unidades académicas iniciaron a principio de la cuarentena el dictado de clases virtuales, y además instrumentaron diferentes instancias de evaluación de contenidos que permitieron a los estudiantes aprobar las materias a través del sistema de promoción y de exámenes finales.


Desde mediados de marzo, la UNLP puso en marcha un operativo general de virtualización de clases por parte de docentes y cátedras, y garantiza, de este modo, el derecho de los alumnos a acceder a los contenidos educativos. A pocos días de finalizar el primer cuatrimestre de actividades académicas en las 17 facultades, la UNLP registra un total de 94.230 estudiantes de las 115 carreras de grado cursando sus estudios a través de plataformas informáticas.

El trabajo del conjunto de los docentes, a partir del intenso y eficaz proceso de capacitación implementado desde la Secretaría Académica y la Dirección General de Educación a Distancia y Tecnologías en particular, logró que el 97% de las 2.150 cátedras estén funcionando.

El presidente de la Universidad, Fernando Tauber, recordó que “desde el inicio nos planteamos como principal prioridad garantizar el acceso de los estudiantes a la educación pública y su derecho a avanzar en las carreras con exámenes finales o promociones. Fuimos una de las primeras universidades que decidió virtualizarse y ratificar la plena vigencia del calendario académico. Para eso, tuvimos que construir un gran dispositivo en tiempo récord”.

En este escenario, las unidades académicas iniciaron a principio de la cuarentena el dictado de clases virtuales, y además instrumentaron diferentes instancias de evaluación de contenidos que permitieron a los estudiantes aprobar las materias a través del sistema de promoción y de exámenes finales.  Fueron varias las facultades que, a pesar de la emergencia, no sólo mantuvieron el régimen de cursadas, sino que además lograron cumplir íntegramente con el cronograma de mesas examen final que habían establecido a principio de año, antes de la pandemia.

Las autoridades académicas de la UNLP explicaron que son muy pocas las cátedras que no han podido evaluar a sus alumnos en esta etapa de emergencia. Se trata de materias que, por sus características, requieren un mecanismo de evaluación muy difícil de implementar a través de la virtualidad. Tal es el caso, por ejemplo, de las materias clínicas de las carreras vinculadas a la salud, en las que se evalúa al alumno de acuerdo a su desempeño en contacto con un paciente real, situación que resulta impracticable en el marco del aislamiento obligatorio.

Para Tauber, “es fundamental mantener un cronograma con la mayor cantidad de mesas de finales y promociones posibles, y en ese sentido estamos trabajando para que en el segundo cuatrimestre las 17 facultades ofrezcan a sus estudiantes la posibilidad de rendir periódicamente. Si un alumno no tiene mesa para ser examinado, va a pasar la cuarentena sin avanzar en la carrera y postergando su sueño de graduarse más allá de lo planificado. La UNLP no puede hacerse la distraída frente a este tipo de situaciones”, concluyó.

Mg

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