El sector automotriz continúa recibiendo malas noticias. A la paralización de la producción en seis plantas, obligadas a detener sus actividades por la falta de piezas provenientes de Brasil, se suman los desfavorables pronósticos para el mercado local. La planta de Toyota en Zárate ha reducido su producción de 185.000 a 165.000 unidades, reflejando la magnitud de la crisis.

El secretario general del Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (SMATA), Ricardo Pignanelli, calificó la situación del sector como «muy grave». Pignanelli recordó que el año pasado se produjeron 580.000 unidades, mientras que este año se espera alcanzar un máximo de entre 330.000 y 350.000 unidades, lo que representa una caída superior al 27%.

SMATA ha identificado problemas críticos como la falta de consumo y de autopartes, además de pequeñas piezas suministradas por pymes que son esenciales para completar el contenido nacional. «Este conjunto de problemas es insostenible. Nunca había visto una crisis de tal magnitud en mis 47 años en la industria, ni siquiera a nivel social», afirmó Pignanelli.

El último informe de ADEFA, revela que la producción nacional de vehículos en mayo fue de 38.440 unidades, un 10,6% menos respecto a abril y un 27,9% menos en comparación con el mismo mes del año pasado. En cuanto a las exportaciones, el sector envió 22.974 vehículos al exterior, lo que representa un incremento del 11,5% en comparación con el mes anterior, pero un 24,1% menos respecto a mayo de 2023.

En ventas mayoristas, el sector automotor comercializó 27.851 unidades a la red de concesionarios en mayo, un volumen 24,1% superior al registro de abril, pero un 27,9% por debajo del volumen de mayo del año pasado.

Retiros anticipados de personal

Para enfrentar la crisis, Pignanelli señaló que se están gestionando jubilaciones anticipadas para empleados de 58 o 60 años con 30 años de aportes, además de ofrecer retiros voluntarios. «General Motors enfrenta problemas con sus autopartes y Toyota ha reducido su producción. Ford es la única que ha mantenido su producción debido a su enfoque en la exportación», detalló Pignanelli.

El dirigente sindical también se refirió a la influencia de la Ley Bases en la economía, anticipando un posible ingreso de capitales en sectores como minería, petróleo y agricultura. No obstante, advirtió que sin valor agregado en la cadena de producción y con la exportación de productos primarios, no se generará el empleo necesario. «No veo que vaya a generar trabajo», concluyó.

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