La víctima es una jubilada de Berisso, que comenzó a notar extracciones de su cuenta de haberes, primero en montos mínimos, después mayores, al principio mensuales y luego semanales, que la colocaron en una posición de fragilidad extrema, tanto que, en el ínterin, sufrió un ACV, que retrasó incluso el impulso del proceso en la Justicia.
Lo grave de la situación, de acuerdo a lo que pudo saber el diario El Día, es que, habiendo concurrido a la entidad en la que se deposita su jubilación, el banco se habría negado a realizarle el “stop debit” de tales deducciones, que jamás contaron con su autorización.
La víctima es una jubilada de Berisso, que comenzó a notar extracciones de su cuenta de haberes, primero en montos mínimos, después mayores, al principio mensuales y luego semanales, que la colocaron en una posición de fragilidad extrema, tanto que, en el ínterin, sufrió un ACV, que retrasó incluso el impulso del proceso en la Justicia.
Lo grave de la situación, de acuerdo a lo que pudo saber este diario, es que, habiendo concurrido a la entidad en la que se deposita su jubilación, el banco se habría negado a realizarle el “stop debit” de tales deducciones, que jamás contaron con su autorización.
“La jubilación, muy baja de por sí, se convirtió en polvo. Le quedaron apenas unas monedas”, expresó el abogado Marcelo Szelagowski, especialista en seguridad bancaria.
Según el letrado, estas situaciones se han multiplicado por miles, en donde “las entidades bancarias oficiales autorizan las quitas sin verificar la autenticidad de los presuntos contratos de crédito”, aseguró.
Al parecer, se trata de sociedades de muy difícil rastreo o “fantasmas”, ya que no poseen una ubicación física y se hace muy complejo notificarlas de cualquier medida.
“El panorama es grave: los bancos realizan las retenciones y desoyen a los clientes, que jamás tomaron un crédito o compromiso con tales firmas”, explicó Szelagowski.
En este tema en concreto, trascendió que la vecina de Berisso ya formalizó la correspondiente denuncia penal y, luego hará lo propio con una causa civil, con el objeto de frenar tal vaciamiento.
Al ser consultado Szelagowski por lo sucedido, manifestó que “esto es otra muestra de la actitud de los bancos que, sin verificar de un modo fehaciente la legalidad de los presuntos contratos de crédito y la efectiva voluntad de los clientes en autorizar tales extracciones, vacían sus cuentas y desoyen los reclamos”.
“Esto también se evidencia en los últimos tiempos con las compras con tarjeta de crédito. Los delincuentes, una vez que toman el control del plástico, empiezan a comprar todo hasta llegar al tope del límite. Por eso debería subsanarse urgentemente, ya que la seguridad bancaria se está convirtiendo en nula”, concluyó.