Buzos de Prefectura, junto a perros especializados en búsqueda, rastrillaron hoy la zona del Río de la Plata, en jurisdicción de la ciudad de Berisso, para dar con los restos de Johana Ramallo, una joven desaparecida en el 2017 en un presunto caso de trata de personas y femicidio, informaron fuentes judiciales.


El operativo, que arrojó resultado negativo, se extendió desde la zona de Palo Blanco hasta la Isla Paulino y de calle 66 a la zona de Bagliardi, detalló la fuente.

En agosto de 2018, en la zona de Palo Blanco se encontraron dos restos humanos que recién en abril último se confirmó que pertenecían a Johana Ramallo, una joven de 23 años que era buscada desde julio de 2017, bajo la hipótesis que había sido víctima de una organización de trata de personas.

«Se rastrilló una zona muy amplia, con buzos de Prefectura, Defensa Civil, 3 canes adiestrados en búsqueda y personal de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (Protex)», detalló a Télam Flavia Delmas, secretaria de Género de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de La Plata (UNLP), que acompaña a Marta Ramallo, madre de Johana, en el reclamo ante la justicia para que se esclarezca lo ocurrido con su hija.

La madre de la joven asesinada estuvo presente en el rastrillaje y, publicó un posteo en su Facebook, en el que le habla a su hija : «caminé por este maldito lugar en donde partes de sus restos fueron encontrados y en un momento sentí que mi pecho se endurecía, te sentí cerca»

«Todas y todos mirábamos para distintas partes, te seguíamos buscando (…) y yo me pregunto cuánto más y por cuánto más tengo que pasar y ponerme en pie? (…) te pido que de donde estés me guíes, me des las fuerzas necesarias para hacer la justicia que te mereces, Johana no me sueltes, no me dejes caer hija y fortalece mi lucha, te extraño demasiado, más que ayer, más que hoy, y más que mañana», escribió Marta Ramallo.

Johana Ramallo fue vista por última vez cuando salió de su casa de La Plata el 26 de julio de 2017 a las 17 y le dijo a su mamá que volvería «entre las 20.30 y las 21», pero nunca regresó.

La última imagen suya fue tomada por la cámara de seguridad de una estación de servicio situada en las calles 1 y 63 de La Plata, en la que se la ve entrando a un baño ese mismo día, poco después de salir de su casa.

En agosto de 2018, las pesquisas hallaron restos humanos en la zona de Palo Blanco, en la ciudad de Berisso, y un análisis realizado por peritos del Servicio Huella Genética de la Universidad de Buenos Aires demostró en abril de este año que pertenecían a Johana.

«Ella no murió, la mataron. No fue sola y se descuartizó en un descampado, a Johana la descuartizaron y la tiraron al lado de un arroyo y lo único que pido es que encuentren a los culpables», sostuvo Ramallo. (Télam)

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