La naturaleza suele sorprendernos a menudo. La magia de su esplendor, un paisaje, un cielo estrellado, una flor, un pequeño animal, bastan para mostrar la magnificencia de la creación y toda su hermosura.
Pero de un tiempo a ésta parte, todos hemos entendido que es «el hombre», el mayor destructor del Planeta y aunque eso ya no se discute, no hemos aplicado demasiados recursos en detener este daño que nos autoinfligimos.
Así es como podemos observar que del mismo modo que la naturaleza nos asombra, el daño del hombre también nos sorprende y aparece de manera inesperada en cualquier momento.
Así lo comprendió un vecino de la ciudad de Berisso, que un día se levantó y vio como una mancha oscura brotaba del suelo de su terreno, justo en el medio del patio, justo donde intenta crear una nueva vida para su familia, la contaminación, la desidia, el desinterés humano le recuerda lo peligroso que es seguir repitiendo los errores que costaron la extinción del hábitat como lo conocemos.
La historia es sencilla
el hombre compró un terreno en la calle 55, para el lado del monte y el Río, justo al lado de una cantera semi rellena de unos dos metros y medio de profundidad. Allí comenzó a construir su casa, pensando que alejándose del típico caserío urbano, podría lograr una mejor calidad de vida. Rellenó el terreno y comenzó a edificar su vivienda.
Pero éstos últimos días de calor sofocante le trajeron algo más que las conocidas molestias del calor. Las altas temperaturas hicieron que en varios puntos de su terreno, una sustancia negra que aparentan ser deshechos de petróleo, brotarán por todos lados, y un río de ella se formará en la cantera vecina.
Sorprendido por la situación, el hombre busca soluciones. Viejos moradores del lugar cuentan historias que hablan de entierros clandestinos de material tóxico en la cantera. Más aún algunos estarían convencidos que no es otra cosa que desperdicios de la vieja fábrica de aceites de YPF y que ésta no es la única cantera que se rellenó cerca del monte.
Pero lo cierto es que el daño que se ve es impactante y puede ser aún peor si nos adentramos en el terreno, donde se observan restos de animales que han caído en esta trampa y jamás pudieron salir.
A la contaminación de Copetro, los basurales clandestinos, las cloacas de la 66 y muchas otras cosas, Berisso le acaba de agregar una especie de «Jurassic Park» que va ganando el monte, que va matando el ecosistema y sobre todo que VA MATANDO VIDA.
AMPLIAREMOS.
Desde que yo tengo uso de razón esa cantera de petróleo estuvo ciempre yá que crecí en ese lugar ase mucho tiempo eso era monte pero el petróleo estuvo ciempre lo que no puedo entender es como isieron una casa arriba
Para generar este tipo de noticias hay que estar informado, nada tiene que ver el parque jurasico con la contaminación de copetro,los basurales o la cloaca de la 66. Para decir que es petroleo hay que realizar un análisis de hidrocarburos el cual no se hizo y menos se sabe quien lo desechó. Hay que cambiar la politica de las canteras junto a los pasivos ambientales que desde el municipio aparecen como Äreas verdes y muy alejadas de la realidad están!