Parece una historia de nunca acabar. Año tras año y tras las promesas políticas incumplidas sobre la nocturnidad en la ciudad de BERISSO, las fiestas clandestinas en Los Talas son un «clásico molesto» para los vecinos.
«Empezaron a las dos de la noche y terminaron a las 8 de la mañana. Me vibraba hasta el cielo Raso del volumen alto y vivo a más de cien metros de dónde se hizo la fiesta» contó un vecino que dejó registrado en videos el mal momento.
«La municipalidad viene y hace promesas que no cumple; ni con los volúmenes, ni con los horarios, ni con la seguridad, porque son fiestas con más de quinientos jóvenes que terminan a las ocho de mañana y salen a la ruta borrachos, con todo lo que eso implica», contó un vecino.
Lo cierto es que nadie sabe si estas fiestas privadas, como la llevada adelante éste último sábado en la zona de calle 95 y 170, tienen permiso y en todo caso si cumplen con los requisitos mínimos de seguridad. Aunque por otro lado, lo que si se descarta es que el Municipio está enterado de las mismas porque los vecinos se cansan de denunciarlas.