Un grave escándalo sacude las filas de La Libertad Avanza (LLA) en la provincia de Buenos Aires. La denuncia penal por violencia de género contra el diputado bonaerense Sebastián Pascual ha salido a la luz, revelando no solo las acusaciones de la víctima, Paola Albarracín, sino también un presunto encubrimiento por parte de las máximas autoridades del espacio libertario provincial: Sebastián Pareja y el senador Carlos Curestis.
Según documentos y conversaciones de WhatsApp que salieron a la luz en las últimas horas, Albarracín intentó evitar un escándalo público y buscó una solución interna tras denunciar penalmente a Pascual por agresiones y amenazas. Sin embargo, su llamado de auxilio habría sido desatendido, optando los líderes de LLA por el silencio.
Los chats que desnudan el encubrimiento
El lunes 6 de mayo, Paola Albarracín contactó directamente al senador Carlos Curestis, presidente del bloque de LLA en la Honorable Cámara de Senadores de la provincia de Buenos Aires. En su mensaje, Albarracín le informaba sobre la denuncia penal contra Pascual y expresaba su preocupación por el manejo del caso: “Hace más de una semana denuncié penalmente por las agresiones y amenazas de quien hoy es mi ex, el diputado Sebastián Pascual. Lo que desató la pelea fue justamente por decirle que era un corrupto. A mí me quiso dar un contrato del estado, del cual nunca me dijo cuál era mi trabajo…”.
La víctima, quien acompañó el mensaje con documentación respaldatoria de la denuncia, añadió: “Lo hablo con vos y te pido por favor si podés hacer llegar esto. Porque no quiero llegar a tener que ir a los medios”.
La respuesta de Curestis, aunque en tono contenedor, reveló una estrategia de contención política. “Paola, te agradezco mucho la info. Ya me encargo. Porfi, manéjate conmigo. Ya me voy a encargar”, le contestó el senador. En un audio posterior, Curestis amplió: “No, no sabía que era tu ex… Yo ahí lo estoy manejando, ahí yo un poco ya le pasé a Seba y puse en conocimiento a todos. Manéjate conmigo, ¿sí? Pero no para cubrir a nadie sino porque están haciendo grandes operaciones al pedo, digamos, de una forma en contra de nosotros”.
Al día siguiente, el 7 de mayo, Curestis le escribió a Albarracín: “Buen día, Pao. Ayer hablé y le mostré todo a Seba. Después tendríamos que juntarnos y charlar”. El “Seba” al que se refiere es Sebastián Pareja, subsecretario de Integración Socio-Urbana de la Nación y principal armador de La Libertad Avanza en Buenos Aires. Según la conversación, Pareja fue informado sobre la grave acusación, pero optó por el silencio, manteniendo la banca de Pascual intacta, sin pronunciamientos ni acciones institucionales.
Denuncia penal por “violencia de género y lesiones” y graves acusaciones de corrupción
La denuncia contra Sebastián Pascual fue presentada ante la UFI 8 y el Juzgado de Garantías Nro. 2 de Avellaneda – Lanús por “violencia de género y lesiones”. Albarracín relató que, durante una discusión en el domicilio del legislador en Lanús Este, Pascual intentó encerrarla y la amenazó: “Ya vas a ver lo que te va a pasar a vos, yo me voy a ir y te voy a dejar encerrada”, antes de agredirla. La víctima logró comunicarse con el 911, fue trasladada a la comisaría y hoy cuenta con botón antipánico y una restricción perimetral.
Pero las acusaciones de Paola Albarracín no se detienen allí. La denunciante reveló que el diputado Pascual le propuso un contrato en la Legislatura sin tareas reales, exigiéndole devolver más del 50 por ciento del salario, supuestamente “para el partido”. “Nunca me dijo cuál era mi trabajo, yo laburo en el sector privado. Pero él quería que le diera más del 50 por ciento del sueldo, supuestamente para el partido, y yo ni siquiera soy del partido”, afirmó Albarracín.
Además, lo acusó de múltiples irregularidades: “Le reproché que manejaba alcoholizado, que faltó a la ley de Ética Pública y que armó reuniones para beneficiar a la empresa de su asesor. Incluso quiso ensuciar a otros funcionarios inventando una denuncia por abuso de menores”.
Albarracín sostiene que Curestis le pidió que no hiciera pública la denuncia porque “iban a actuar”, pero que su objetivo era solo encubrir el escándalo. “El lunes estaban todos juntos en Lanús: Curestis, Pascual, Sebastián Pareja, el director de ANSES, Nacho Moroni y Mariana Ayesa. Todos sabían lo que estaba pasando. Y nadie hizo nada”, concluyó la denunciante.
A pesar de la denuncia formal, las pruebas presentadas y la intervención directa de Curestis y Pareja, no se ha tomado ninguna medida. Sebastián Pascual continúa en su banca, sin pedido de licencia, sin apertura de sumario ni condena pública. Desde que la causa se conoció, ningún dirigente de peso del oficialismo libertario se ha pronunciado al respecto. El silencio de LLA, que con estos chats ya no puede justificarse, es la única respuesta hasta el momento.