La paciencia de los vecinos de La Franja se agota ante la reiterada problemática del agua que invade sus hogares con cada lluvia, una situación que se agrava por la aparente inacción del municipio en la limpieza y mantenimiento de las cloacas, sumideros y zanjas. Los testimonios recogidos en las últimas horas reflejan la desesperación y el hartazgo de una comunidad que se siente desamparada.

«Necesitamos que las autoridades cumplan con su función, con los deberes y derechos, con la asistencia correspondiente, no con una bolsita de alimento seco. Que se metan las manos en los bolsillos y hagan las cosas que corresponden casa por casa», expresó con indignación un vecino a través de un mensaje telefónico.

La situación se torna aún más insalubre debido a que, según denuncian los residentes, el agua que ingresa a sus viviendas está contaminada con materia fecal. «Con un mínimo de lluvia, el agua con materia fecal vuelve a meterse a las casas», aseguran, exponiendo a las familias a riesgos sanitarios significativos.

Otro vecino manifestó su frustración por el estado de las calles asfaltadas: «Las calles asfaltadas son un desastre, llenas de agua que no drena porque hicieron los asfaltos re bajos para gastar menos material y guardarse la plata». Esta situación no solo dificulta la circulación, sino que también contribuye a la acumulación de agua y la propagación de focos infecciosos.

La problemática no se limita al agua. Una vecina del barrio, alertó sobre la proliferación de roedores: «No solo eso, la cantidad de ratas que hay por los paredones, por los techos, en la calle, da asco, parecen nutrias. Todos los vecinos dicen lo mismo»; también expresó su preocupación por las posibles consecuencias para la salud: «No piensan en las enfermedades, en la leptospirosis, no les importa. Las heces afuera, en las veredas, en los paredones, son un asco y la lluvia trae más».

Los testimonios de los vecinos de La Franja evidencian una profunda sensación de abandono por parte de las autoridades municipales. La falta de limpieza de las infraestructuras hídricas y el deficiente estado de las calles están generando condiciones de vida insalubres y aumentando el riesgo de enfermedades para la comunidad.

Ante esta situación crítica, los vecinos exigen una respuesta urgente y efectiva por parte del municipio. Solicitan la inmediata intervención para destapar cloacas, limpiar sumideros y zanjas, y realizar las obras necesarias para garantizar el correcto drenaje del agua de lluvia. Asimismo, hacen un llamado a las autoridades sanitarias para que tomen cartas en el asunto ante la creciente presencia de roedores y el riesgo de brotes de enfermedades.

La paciencia de La Franja se agota, y los vecinos esperan acciones concretas que mejoren su calidad de vida y garanticen un entorno saludable para sus familias. La pregunta que resuena en el barrio es ¿cuándo las autoridades escucharán su clamor y tomarán las medidas necesarias para solucionar esta angustiante situación?.

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