Dice la letra de un popular tango; “Yo anduve siempre en amores… ¿Qué me van a hablar de amor?” y por estos días de pandemias, cuarentenas y desasosiego, esta estrofa tanguera y popular parece caerle como anillo al dedo a los vecinos de Berisso que, una vez más, parecen dar muestra de la típica solidaridad de un pueblo construido a fuerza de luchas conjuntas, momentos históricos y fraternidad vecinal.

Y es que el amor tiene más de una concepción y así como existe el amor familiar, el amor de pareja y el amor de amistad, existe un amor supremo que es el amor a quien NO SE CONOCE, que siempre denominamos SOLIDARIDAD.

Con esta premisa clara en la cabeza y con un amor al prójimo que enorgullecería al mismo PAPA FRANCISCO, se cuentan por cientos a los vecinos que hoy le pelean mano a mano a la pandemia del Coronavirus y se vuelcan al acto solidario de “Socorrer” a quien más lo necesita.

En tiempos de poco trabajo y menos dinero, las ollas populares se multiplican a lo largo y ancho de la Ciudad, desde Los Talas, hasta La Hermosura, son miles los vecinos que gracias a las “Viandas Solidarias”, pueden llevar un plato de comida a su mesa.

Allí, en estas ollas que cocinan un guiso que alimenta el cuerpo y el espíritu, se mezcla la militancia, la necesidad y la obligación moral de colaborar en tiempos de lucha. Funcionarios, militantes, vecinos, trabajadores, jubilados, comerciantes, todos son uno, nadie tiene puestos ni cargos, nadie es más que nadie, todos son iguales ante los ojos de la necesidad.

Grupos en Santa Teresita, con los trabajadores de Astillero, En la Nueva York, con los pibes de la Cooperativa, en la Delegación 2, con los ex combatientes de Malvinas, en la Delegación 1, con los trabajadores Municipales, en El Carmen, con los militantes, en Villa Argüello, con los vecinos y en el resto de la Ciudad con TODOS, van haciendo de cada OLLA POPULAR, un faro de esperanza para atravesar este momento.

Codo a codo, algunos funcionarios pelan papas con los vecinos del barrio y un ex combatiente sirve la comida junto a un Pibe que se acomoda el barbijo. Un ex concejal prepara postres, mientras que un comerciante trae fideos para echar a la olla… Esto es Berisso, esto es SOLIDARIDAD, esto es lo que a veces no vemos de la pandemia.

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