Los días pasan rápido para el nedelismo berissense. A tal punto que los obliga a mostrar las reales caras aún faltando más de un mes para irse de la gestión.
Ya sin motivos de «caretearla», como dicen los jóvenes y dada la derrota electoral amplísima que sufrieron el último domingo, los miembros del Ejecutivo Municipal comienzan a mostrarse sin tapujos y con todo el autoritarismo que intentaban ocultar en esa carrera ilusa de captar los votos de los sectores más postergados.
Este martes por la mañana la «careta» se cayó en el mismísimo Palacio Municipal. Aquellas denuncias de persecuciones, aprietes, indiferencia, malos tratos, que CAMBIEMOS negó y trató de ocultar o desestimar, se vieron en plenitud, aún en aquellos miembros del gabinete de JORGE NEDELA, que eran considerados «dialoguistas».
Con quejas varias de los trabajadores MUNICIPALES manifestándose en el propio Edificio de calle 6, los funcionarios de primera línea hicieron todo lo posible por enojarlos o al menos para que ese resquemor que existe desde el principio de la gestión, se manifestará de una manera contundente dejando expuesto lo peor del autoritarismo de los macristas y pseudo políticos.
La primera en mostrar, en el día de hoy, sus pocas cualidades políticas y su lejanía para con los trabajadores fue la ex periodista y actual Secretaria de Promoción Social, MANUELA CHUECO, quien dejó plantados a los municipales que pertenecen a su área y que acompañados por todos los sindicatos esperan una solución concreta sobre la problemática de la mutual 10 de Junio.
La acérrima «nedelmurgista», señalada en varios escándalos de fondos municipales, «desapareció» literalmente, durante toda la jornada, mostrando no solo su indiferencia, sino también dejando en claro que la seguridad de los empleados MUNICIPALES, el eslabón más pequeño de la cadena, le importa entre poco y nada.
El otro que mostró su cara Real fue el ex radical, ex AMUBE, ex Margarita, ex GEN y hoy MACRISTA, CLAUDIO TOPICH, quien trabó su puerta de entrada a la Secretaría de Gobierno con una escalera, todo para no atender a los trabajadores que se manifestaban pacíficamente en el Hall de entrada.
«Ya no necesitan los votos, ya no están en campaña, ya les queda poco tiempo… esta es la cara Real de cambiemos» decían los empleados.