Nicolás Ángel Castro Oviedo, el hombre detenido por el brutal femicidio de su pareja, Jesica Noelia Duarte, en la localidad de Berisso, se encuentra fuera de peligro en el Hospital Larraín, aunque en un estado delicado. Tras varios días de internación en terapia intensiva, ha logrado superar las primeras 48 horas críticas y se espera su traslado a una sala común en las próximas horas.

Fuentes cercanas al caso informaron que Oviedo está bajo la estricta custodia de dos agentes, uno de la DDI y otro de la Comisaría local. Además, se presume que el intento de suicidio posterior al crimen le habría provocado la pérdida de la vista. «Está fuera de peligro y creen que quedó ciego», indicaron a este medio.

La fiscal Cecilia Corfield aguarda la evolución de su estado de salud para poder concretar la declaración indagatoria del acusado, un paso clave en la investigación del trágico suceso ocurrido el pasado 27 de julio.

El prontuario de Castro Oviedo revela un patrón de conducta violenta y antecedentes penales que se remontan a más de una década. Según el parte policial, desde 2013 acumula causas por tenencia ilegal de armas, encubrimiento y homicidio agravado.

En su historial figuran imputaciones por homicidio que lo llevaron a estar alojado en la Alcaidía de La Plata. En 2018, volvió a enfrentar cargos por homicidio agravado. Más recientemente, en 2022, fue acusado de tenencia ilegal de arma de fuego de uso civil y de guerra, además de encubrimiento, de acuerdo con los registros de las UFI N°6 y N°7 de La Plata.

Al momento de cometer el femicidio de Jesica Noelia Duarte, Nicolás Ángel Castro Oviedo se encontraba bajo arresto domiciliario en el marco de otra causa por homicidio calificado, bajo la supervisión de la Dirección de Monitoreo Electrónico. Este antecedente agrava aún más la situación del femicida y plantea interrogantes sobre los mecanismos de control.

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