Marengo, la reconocida empresa santafesina de golosinas que recientemente captó la atención pública con el lanzamiento de sus caramelos “No hay plata” –inspirados en la popular frase del presidente Javier Milei–, se encuentra atravesando una crítica situación económica. Ante la marcada caída del consumo, la compañía ha tomado la drástica decisión de suspender a cerca de 60 trabajadores sin goce de sueldo entre el 14 y el 27 de julio.
La medida ha encendido nuevamente las alarmas en el ámbito gremial, reavivando un conflicto laboral que se arrastra desde principios de año, según reportes de medios locales y confirmación de Infobae a través de fuentes empresariales de la provincia.
El área legal de Marengo comunicó la decisión por escrito a sus empleados, justificándola en “fuerza mayor y falta de trabajo no imputable al empleador”, amparándose en los artículos 218 a 221 de la Ley de Contrato de Trabajo. La empresa detalló que sufre una situación económico-financiera adversa, agudizada por una fuerte caída en las ventas y por un siniestro ocurrido a principios de año. Este incidente, producto de una tormenta, destruyó mercadería almacenada en sus depósitos, impactando aún más sus finanzas.
Además de las suspensiones, Marengo informó que está reuniendo la documentación necesaria para iniciar un Procedimiento Preventivo de Crisis (PPC) ante el Ministerio de Trabajo. Este mecanismo legal es una herramienta a la que las empresas pueden recurrir para justificar ceses temporales o despidos bajo la supervisión de la autoridad laboral, alegando razones de fuerza mayor o falta de trabajo.