La caída en la demanda de sus productos genera una delicada situación laboral con cruces y rispideces entre los diferentes sectores de la planta.

Ayer la planta que el grupo Techint posee en Ensenada tuvo otro capítulo en la disputa por readecuar la cantidad de personal frente a la baja producción. Esta merma en la fabricación de acero y sus derivados tiene origen en los indicadores negativos que arrastra la industria y la construcción, quienes son los principales demandantes de productos siderúrgicos.

«Sobran 65 personas y la negociación pasa por saber de qué sectores saldrán». Así de cruel es la realidad que viven los empleados de la ex Propulsora. En una asamblea realizada en horas del mediodía se blanqueó la situación y representantes de la UOM confirmaron que están negociando con la dirección de la firma una salida a este conflicto . Según la información, este miércoles había varias notificaciones de despidos sin causa para algunos trabajadores de planta permanente. Cabe recordar que hace dos semanas algunos despedidos de empresas que brindan servicio a Ternium hicieron un acampe en el interior de la fábrica en búsqueda de conservar su puesto de trabajo.

Tras una reunión con la cúpula gremial la dirección habría decidido retrotraer los despidos de ayer  e implementar como medida de ajuste, que no se trabaje los fines de semana hasta el mes de marzo, . A partir de allí se producirían suspensiones rotativas hasta junio, a la espera que la crisis económica revierta su tendencia. Tan delicada o más es la situación de las empresas que brindan algunos servicios como mantenimiento y limpieza. Una de ellas, la empresa ALSINA habría logrado un principio de acuerdo que se rubricará hoy en el ministerio de trabajo provincial. Por el momento se desconoce cuál es la situación con los trabajadores de la otra empresa prestataria de servicios que habían sido cesanteados.

Para la industria, la construcción y el comercio no hay más tiempo para esperar los brotes verdes o la luz al final del túnel. La política económica del gobierno de la alianza pone en jaque a los actores centrales de la vida laboral Argentina. Las Pymes no tienen las espaldas financieras de las grandes empresas  y son las más afectadas por el modelo Macrista. A nivel local y regional los despidos , cierres y suspensiones son moneda corriente y  «la política» no puede aun brindar contención a las familias que quedan desamparadas.

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