El mercado laboral en el aglomerado del Gran La Plata, que integra a las ciudades de Berisso, La Plata y Ensenada, atraviesa un momento de marcada fragilidad según el último informe del INDEC correspondiente al tercer trimestre de 2025.

Los datos oficiales revelan que la desocupación en la zona alcanzó el 8,1%, una cifra que preocupa a las autoridades locales al situarse sensiblemente por encima del promedio nacional, que es del 6,6%, y superando incluso la media del Conurbano bonaerense, establecida en un 7,6%.

Este deterioro es evidente al comparar con el trimestre anterior, cuando el desempleo regional se ubicaba en un 6,9%, lo que confirma que la leve mejoría en las estadísticas federales no logra impactar positivamente en Berisso y sus distritos vecinos.

En términos humanos y sociales, se estima que unas 39.000 personas se encuentran actualmente sin trabajo y en búsqueda activa dentro de la región. No obstante, la problemática laboral en Berisso y la zona circundante se vuelve aún más compleja al analizar la presión sobre el mercado existente, ya que más de 120.000 ciudadanos presentan algún tipo de dificultad de empleo.

Un dato contundente para la realidad local es el aumento de los denominados «ocupados demandantes»: trabajadores que, aun teniendo un empleo, necesitan activamente otro ingreso para cubrir sus necesidades. Este indicador saltó del 14,4% al 17,4%, lo que se traduce en aproximadamente 84.000 trabajadores regionales que no logran subsistir con un solo puesto laboral en el contexto económico actual.

La precariedad del mercado en la región también se refleja en el incremento de la subocupación, que trepó al 12,1%. Esto implica que unas 58.000 personas en la zona trabajan menos de 35 horas semanales y están dispuestas a ampliar su jornada laboral para mejorar sus ingresos.

Si bien el índice de desempleo en el Gran La Plata se mantiene por debajo del 9,7% registrado en el mismo periodo de 2024, la tendencia actual muestra una inestabilidad que afecta directamente a los vecinos de Berisso.

El escenario deja un mensaje claro para la ciudad y el resto de la región: el mercado laboral se encuentra cada vez más tensionado y la falta de puestos de calidad hace que, para miles de familias, tener un trabajo ya no sea garantía suficiente para sostener el nivel de vida básico.

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