246 millones de niños y adolescentes podrían ser víctimas de la violencia

La iniciativa que consolidó la conmemoración del Día Mundial contra el Bullying se originó en Buenos Aires. La fecha fue propuesta por la ONG Bullying sin Fronteras realizada ante la UNESCO, que la aprobó el 2 de mayo de 2013. Es una jornada que se recuerda en más de 40 países, cuyo objetivo principal es generar conciencia sobre el acoso escolar que afecta a millones de niños en el mundo y causa aproximadamente 200 muertes al año.

Desde la ONG fundada por el Dr. Javier Miglino y Sandra Vellido, explican que «el bullying es un enemigo silencioso que se nutre de tres venenos: la soledad, la tristeza, el miedo».

Y agregan que pelean para darle «visibilidad al problema y para que cada niño y cada adolescente sepa que el bullying está mal y que hay gente en todo el mundo que está presta a ayudarle.»

Respecto de la problemática, la UNESCO estima que » 246 millones de niños y adolescentes podrían ser víctimas de la violencia al interior y alrededor de sus escuelas. Este fenómeno afecta desproporcionadamente a las niñas, así como a aquellos que presuntamente no se ajustan a las normas sexuales y de género predominantes».

Asimismo, según un informe de 2015 de la Organizaciòn de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, Argentina lideró los rankings de bullying o acoso escolar en la región: 4 de cada 10 estudiantes secundarios admitió haberlo padecido.

El problema no es nuevo.

El bullying, una forma de violencia casi siempre sistemática, es moneda corriente en las escuelas de todo el mundo, donde el abuso de poder de algunos niños o adolescentes hacia otros genera intimidación y exacerba las relaciones violentas y agresivas tanto física como psicológicamente, en ámbitos como el colegio o un club, donde los niños a menudo no cuentan con el apoyo y la supervisión constante de adultos.

En todo el mundo además, el problema se asocia con un importante aumento de la depresión y ansiedad adolescente, lo que preocupa a padres y docentes. Hace algunas semanas incluso se estrenó en Netflix, con una enorme repercusión mundial, la serie 13 Reasons Why, que trata, a partir de una historia dura y trágica, la problemática del bullying y el suicidio adolescente.

Según Mariana Kelly, investigadora, escritora, maestra y especialista en abuso escolar de la organización Bullying Cero Argentina.

«Una de las características del bullying es que es muy difícil de detectar porque las agresiones se llevan a cabo en lugares donde los adultos no están presentes». La experta indicó que este acoso no se da de un momento a otro sino que es un proceso que lleva tiempo, por eso es importante estar atento a los primeros signos, que los adultos suelen no detectar o les restan importancia, «desaprovechando la oportunidad de detener una agresión que va a crecer».

 

Según Kelly, quien tiene 25 años de carrera como maestra, cuando en la década del 80 empezaron a hacerse estudios sobre el tema de los suicidios juveniles, se descubrió que detrás de la tragedia se escondía el bullying. Si bien no todos los casos terminan de forma trágica,muchas de las historias que presentan agresiones o peleas graves y hasta suicidios están de alguna manera relacionados con el acoso escolar.

Algunas señales de alerta que pueden ayudar a determinar si un niño está siendo víctima de bullying:

1. Oponerse a asistir a la institución educativa

El niño o adolescente puede negarse a ir a la escuela o colegio usando como pretexto un malestar estomacal, dolor de cabeza, etc. aunque lo que realmente busca es refugiarse en la seguridad de su familia y casa, debido al pánico y miedo que siente de enfrentarse nuevamente a su victimario.

2. Cambios de humor

Llanto, tristeza, carácter irritable, etc. son algunos de los cambios que puede expresar la víctima producto del estrés y depresión causada por la humillación constante a la que está expuesta.

3. Conductas extrañas

La víctima de bullying puede dejar de hablar; encerrarse en su cuarto, no comer bien, perder la alegría hacia la vida y mostrarse temeroso o ansioso, estas son señales de alerta que no deben dejar de preocupar a los padres.

4. Bajo rendimiento escolar

Cuando la víctima tiene antecedentes de buen rendimiento escolar y de repente pasa por una etapa de bajo rendimiento, el aspecto emocional puede estar repercutiendo en esta baja, producto del bullying.

5. Incapacidad para expresar o denunciar

A pesar de que la víctima vive con el sufrimiento de estar siendo humillado y burlado por su victimario, esta se encuentra paralizada sin poder expresar o denunciar el acoso, mostrando únicamente impotencia y frustración ante el abuso.

Las personas que son víctimas de bullying tienen una personalidad frágil y una pobre imagen de sí mismas o baja autoestima producto de problemas familiares, personales, trastornos conductuales, del aprendizaje, de la atención, del ánimo, ansiedad o discapacidad. Son personas que no han podido desarrollar herramientas positivas para entrar, confrontar y manejar un mundo exterior que puede resultar agresivo y caótico.

«La prevención es lo más importante. Tenemos que enfrentarnos al bullying, tenemos que hacer que las escuelas sean espacios de sana convivencia, que los niños aprendan que hay lugares donde se puede dialogar, donde se puedan resolver los conflictos de manera pacífica, donde los adultos sean seres confiables», concluye Mariana Kelly.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *