El Ministerio de Salud de la Nación informó este viernes que detectó un nuevo caso sospechoso de viruela del mono en un residente español que se encuentra de visita en la Argentina y confirmó como positivo el del hombre que desde el domingo se encontraba aislado y bajo tratamiento por esa enfermedad, de la cual ya se reportaron más de 300 contagios en todo el mundo.
La cartera sanitaria confirmó, a través de un comunicado, “un nuevo caso sospechoso de un residente en España que se encuentra de visita en nuestro país» y precisó que ese paciente está «en la Provincia de Buenos Aires y que no tiene ningún nexo con el primer caso».
«La persona presenta lesiones ulcerosas sin otra sintomatología asociada», indicó el documento y puntualizó que ese paciente llegó al país el 25 de mayo, comenzó sus síntomas ayer y «se encuentra en buen estado general, aislado, y recibiendo tratamiento sintomático».
Precisó, además, que se realiza un seguimiento clínico de todos los contactos estrechos de este segundo caso y evalúa la situación epidemiológica de los mismos que, hasta hoy, no registraban ningún síntoma.
Las muestras de este paciente ya se encuentran Servicio de Microscopia Electrónica, Departamento de Virología, INEI- ANLIS Carlos G. Malbrán para dar con un diagnóstico etiológico.
En tanto, las autoridades sanitarias confirmaron el primer caso sospechoso de viruela del mono, una persona que había estado en España entre el 28 de abril y el 16 de mayo y que, tras presentar los primeros síntomas fue aislado inmediatamente para su tratamiento.
«El paciente se encuentra en buen estado, realizando tratamiento sintomático y sus contactos estrechos bajo control clínico y epidemiológico sin presentar síntomas a la fecha», añadió el Ministerio.
De este modo, Argentina confirmó el primer caso de viruela símica en Latinoamérica, que se suma a los 379 que se registran en todo el mundo según los datos aportados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), mientras otros 76 se encuentran a la espera de confirmación.
La viruela del mono es un ortopoxvirus que causa una enfermedad con síntomas similares a los de la viruela pero menos grave, y es una enfermedad endémica en varias regiones africanas que todos los años registra casos fuera de ese continente pero siempre con un nexo epidemiológico relacionado a países de África.
Los principales síntomas de esta enfermedad son fiebre, una erupción característica extensa y, por lo general, ganglios linfáticos inflamados. Su contagio se da por contacto muy cercano entre personas infectadas o con las úlceras que provoca en la piel.