Según denunció el damnificado, de 28 años, a las 6.15 de la mañana se encontraba él “chequeando circunstancialmente su automóvil Fiat Palio” en la vereda de su casa de 8 y 131, cuando aparecieron dos sujetos que tenían las caras tapadas y un arma en la mano, detallaron fuentes de la Policía.

Tripulaban una moto tipo Enduro desarmada y de color oscuro, que descartaron una vez que la víctima les entregó lo que pretendían: las llaves del Palio.

Mientras pensaba en ir a buscar el teléfono para llamar a la policía y avisar en su trabajo que llegaría un poco más tarde, advirtió el muchacho que el auto paró de golpe y que los delincuentes bajaban apurados y corrían de nuevo hacia la moto, para alejarse rápido.

Se acercó entonces a su auto y descubrió el motivo del cambio abrupto de planes: “Al coche se le había levantado el capot y quedó incrustado en el parabrisas”, explicó un jefe policial.

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