La próxima elección del 7 de septiembre en Berisso adquiere una dimensión crucial para la administración del intendente Fabián Cagliardi. Su decisión de encabezar la lista de concejales no solo definirá la conformación del próximo Concejo Deliberante local, sino que también se presenta como un virtual plebiscito a su gestión.
El oficialismo local se juega seis bancas y, con ellas, la mayoría legislativa que ha mantenido hasta ahora. De no lograr retener la totalidad de esos escaños, Cagliardi perdería la mayoría exclusiva, lo que podría complejizar significativamente la gobernabilidad en lo que resta de su mandato. De los seis concejales que finalizan su período, solo la edil Carla Domínguez busca renovar su banca, ocupando el sexto lugar en la lista oficialista.
La apuesta del intendente es aún mayor si se considera su estrategia de negarse a la unidad dentro del espacio peronista. Esta decisión dejó fuera de la lista a importantes actores y sectores del kirchnerismo local, incluyendo a la Mesa de Cristina, La Cámpora, el Frente Renovador, y los espacios referenciados en Guillermo Moreno y Juan Grabois, entre otros.
Este movimiento de «A todo o nada» por parte de Cagliardi es, sin duda, arriesgado y deja claro que de ganar o perder, el será el único responsable. Si los resultados no le otorgan un triunfo amplio que le permita mantener la mayoría en el Concejo, no solo se anticipan dificultades en la gestión de gobierno, sino que también podría verse seriamente comprometido el liderazgo que ha ostentado hasta el momento. La ciudadanía de Berisso tendrá en sus manos la posibilidad de ratificar o reconfigurar el escenario político local en las próximas elecciones.