El Presidente resaltó durante una entrevista las dificultades ocasionadas por la ausencia de billetes de mayor denominación en el manejo cotidiano del efectivo.
Hizo hincapié en los costos y riesgos asociados al transporte de grandes sumas de dinero. Javier Milei, Presidente en funciones, confirmó los planes del Banco Central para la emisión de billetes de 50.000 y 20.000 pesos, en respuesta a la alta inflación y a las múltiples complicaciones económicas derivadas de la falta de billetes de mayor valor.
La nueva administración del Banco Central tiene contemplada la emisión de nuevos billetes con denominaciones considerablemente más altas que las actuales, cuyo valor adquisitivo se ve disminuido continuamente debido a la inflación y a la decisión previa de la gestión pasada de no ajustar sus valores.
A pesar de no haber abordado este tema en la agenda del Directorio hasta el momento, ya que se han priorizado otros asuntos de mayor urgencia, se espera que en las próximas semanas se analice esta cuestión. Según fuentes del BCRA, la situación es apremiante: el billete de mayor denominación equivale a poco más de 2 dólares, y se anticipa un aumento inflacionario sin precedentes en los próximos meses en Argentina.
En el BCRA aseguran que el proceso de emisión no ha comenzado aún. El tiempo estimado para la puesta en circulación de un nuevo billete es de 6 a 9 meses, lo cual incluye desde el diseño hasta los trámites legales, la producción y la distribución.
«Si todo avanza según lo planeado, es posible que estén disponibles para junio, cuando la demanda de dinero se intensifica debido al pago de aguinaldos», explican desde la tesorería de un banco líder. Antes de ese período, resulta improbable.
Otra temporada en la que los bancos necesitan una mayor cantidad de billetes es durante el mes actual, diciembre, debido al pago de aguinaldos, bonos y el incremento en transacciones comerciales por las festividades. Sin embargo, se asegura que no ha habido problemas de suministro. No obstante, persisten las dificultades para el público y las empresas, que constantemente expresan su descontento por disponer únicamente de un billete de valor tan bajo en términos de poder adquisitivo.