Luego de un año duro en lo electoral y sobre todo en lo socioeconómico, los argentinos se preparan para recibir unas fiestas que se muestran más llenas de Fe y Esperanza que de regalos concretos.


Con una canasta navideña por las nubes en los precios y con los juguetes inalcanzables, el 40,8 % de la población sumida en la pobreza luego de la gestión de Gobierno del ex Presidente MAURICIO MACRI, intenta sobrevivir el día a día, aunque a la llegada de las festividades agrega una angustia particular a los bolsillos deprimidos y acuciados de la población.

En el caso particular de la Ciudad de Berisso, luego del gobierno macrista -radical del ex Intendente, JORGE NEDELA, que arrasó con la economía de todo el Municipio y que sumó innumerables pobres a la ya acuciante situación que proponían de los gobiernos nacionales y provinciales con la suba desmedida de tarifas, los vecinos más necesitados «sufren» las Fiestas.

Pero a esa penosa crisis, siempre se le contrapone un accionar solidario que nace, en casi todos los casos, de personas que «sienten propia la necesidad ajena», nace desde esos militantes, que más allá del Partido Político, entienden la necesidad de cambiar una pena por una sonrisa y sobre todo si esa sonrisa que se busca es la de un niño.

En esa coyuntura, por estas horas, cientos de personas de buen corazón se distribuyen a lo largo y ancho de la ciudad realizando «eventos» para felicidad de los más pequeños y alivio de los más grandes. Así la situación, desde La Franja, hasta Villa Zula y Los Talas, se están realizando pequeñas Fiestas que aglutinan a cientos de chicos a los que se les divierte con juegos, payasos, inflables y se les entregaron golosinas y Juguetes, todo ello de manera gratuita y desinteresada.

Párrafo aparte merecen «los tradicionales», que son aquellas instituciones que «siempre» realizan estos actos solidarios. Entre este último grupo los Bomberos Voluntarios de Berisso, se llevan todas las miradas, con su Papá Noel y su entrega de golosinas.

Una frase cae a la perfección en ésta nota, tal vez sea una frase que no traiga el mejor de los recuerdos, ya que algún político la manchó con su vulgaridad, pero mirando a la Ciudad de Berisso y su gente, viendo la solidaridad de sus habitantes y teniendo en cuenta todas las circunstancias, podemos decir «ESTAMOS MAL, PERO VAMOS BIEN».

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