La paciencia de los vecinos de Berisso llegó a su límite. Un creciente malestar se percibe en la ciudad ante la proliferación de conductas imprudentes al volante y en la vía pública, que no solo alteran la tranquilidad sino que, fundamentalmente, ponen en serio riesgo la integridad física de terceros. El reclamo de la comunidad es unánime y tiene un destinatario claro: el Juzgado de Faltas local, a quien se le exige una postura más severa y sanciones ejemplificadoras.

Las quejas de los berissenses se multiplican día a día. «Es un descontrol», resume un vecino del centro, indignado. «Hay motos que andan sin casco, a toda velocidad, haciendo explosiones con los escapes que te revuelven el alma. Y ni hablar de los que pasan los semáforos en rojo o manejan alcoholizados. ¿Tenemos que esperar una tragedia para que se tomen medidas serias?», se pregunta, reflejando el sentir de muchos.


Infracciones que Generan Preocupación Diaria

La lista de infracciones que preocupan a los vecinos es extensa y abarca desde imprudencias «clásicas» hasta conductas que se han vuelto crónicas:

  • Manejo sin casco: Una constante, especialmente entre motociclistas jóvenes, que no solo violan la ley sino que exponen sus vidas a un riesgo fatal.
  • Conducción alcoholizada: Pese a los controles esporádicos, la percepción es que muchos conductores siguen ingiriendo alcohol antes de ponerse al volante.
  • Explosiones con escapes: Un fenómeno que no solo genera contaminación sonora y altera el descanso, sino que muchas veces se asocia a maniobras peligrosas y a la falta de registro o licencia.
  • Cruces de semáforos en rojo: Una infracción que, por su naturaleza, es un disparador directo de accidentes graves.
  • Maniobras peligrosas: Carreras, «picadas» improvisadas y conducción temeraria en zonas urbanas.

El Juzgado de Faltas, en el Ojo de la Tormenta

El foco del reclamo vecinal se posa directamente sobre el Juzgado de Faltas de Berisso. Los vecinos sienten que las multas y sanciones actuales son demasiado «laxas» o que no se aplican con la suficiente firmeza para generar un efecto disuasorio. «Parece que pagan la multa y vuelven a hacer lo mismo. No les importa», comenta una frentista de la Avenida Génova.

La demanda es clara: se exigen multas más elevadas, que realmente impacten en el bolsillo de los infractores, y sanciones más severas, que puedan incluir la retención de vehículos por períodos más prolongados o la inhabilitación para conducir por un tiempo significativo. La idea es que cada infracción tenga una consecuencia tangible y que el mensaje de «tolerancia cero» sea una realidad.

Desde las autoridades municipales, se ha manifestado en ocasiones anteriores la dificultad de erradicar por completo este tipo de conductas, apelando a la concientización. Sin embargo, los vecinos de Berisso consideran que la concientización debe ir acompañada de una aplicación estricta y contundente de la normativa vigente. El llamado al Juzgado de Faltas es a actuar con la celeridad y la rigurosidad que la situación amerita, antes de que el lamentable saldo de estas infracciones se traduzca en tragedias irreparables.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *